9 de septiembre de 2008
Por: Aldiatx.com
Son tiempos difíciles para las familias que buscan ayuda financiera para la universidad de sus hijos, especialmente cuando están por vencer las facturas de colegiatura del semestre de otoño. La actual crisis crediticia ha hecho que algunos prestamistas privados dejen de otorgar préstamos para estudiar o hayan endurecido sus requisitos, lo que ha obligado a muchos estudiantes y sus familias a buscar fuentes de financiamiento alternativas.
DMN
Los más importantes son los préstamos estudiantiles respaldados por la federación, los planes especiales que ofrecen las mismas escuelas, o los esquemas de crédito personal de bajo interés.
"Definitivamente la cosa se ha puesto peor", afirmó Mark Kantrowitz, director de FinAid.org, un sitio de asesoría sobre ayuda financiera para la universidad. "El momento no podía ser peor, desde el punto de vista del estudiante".
Autoridades de educación en Texas dicen que hasta el momento no han sabido de estudiantes a los que se les haya denegado un préstamo por falta de recursos.
"No hemos visto ni oído nada que indique una situación apremiante", manifestó Ed Weaver, subcomisionado de negocios y servicios de apoyo de la Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas.
"Tal parece que hay liquidez suficiente en el sector de los préstamos estudiantiles. Los muchachos están consiguiendo préstamos".
Los préstamos estudiantiles privados para la educación ayudan a cubrir la diferencia entre el costo real de la educación y el monto limitado que el gobierno ofrece a través de sus programas.
Los préstamos privados son otorgados por prestamistas como los bancos, y no están respaldados por el gobierno federal.
El desplome del mercado de hipotecas de riesgo y la subsiguiente crisis crediticia han hecho más difícil la obtención de crédito y enfriado el interés de los inversionistas en los valores, incluso los respaldados por préstamos estudiantiles.
De esta forma se ha vuelto más difícil para algunos prestamistas privados reunir recursos, y en consecuencia, algunos han dejado de otorgar préstamos a los estudiantes.
"Los prestamistas tienen que obtener el dinero de algún lugar, y el problema es que el dinero es escaso en general debido a la crisis crediticia", explicó Harrison Wadsworth III, asesor especial de la Asociación de la Banca de Consumo. "Tienen que ser más selectivos en sus prácticas de préstamos".
Lo anterior significa que los prestamistas están exigiendo puntajes de crédito más elevados acorde al sistema de calificaciones conocido como FICO.
"La escala FICO pasó de 620 a 650 para los préstamos estudiantiles privados", refirió Kantrowitz. "Es el umbral que los prestamistas privados parecen haber adoptado para préstamos estudiantiles. Cualquiera que está debajo de los 650 es considerado un riesgo".
Las tasas de interés para los préstamos estudiantiles privados van del 5 al 16 por ciento, dependiendo del puntaje individual de crédito.
Si todo fracasa, el estudiante siempre tiene la opción de pedir un préstamo sin intereses a sus padres.