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21 de octubre de 2008

Por: El Vocero

Los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) son víctimas de una fórmula de facturación que premia la ineficiencia de la compañía de la luz permitiéndole a este monopolio del gobierno cobrar más mientras peor sea el servicio que provee.

 Esta irónica contradicción se debe a una oscura cláusula sepultada en la definición de los distintos factores de compra de energía y compra de combustible y es lo que la AEE llama el Factor E, definiéndolo como “eficiencia promedio de los 12 meses que terminan dos meses antes del mes de facturación” pero descrito por otros como “un zafacón”, “la burundanga” y “la grasa” que se destaca como una de las varias fallas que impactan las fórmulas de facturación de la AEE.

 Expertos dentro y fuera del gobierno, quienes criticaron la forma en que opera la compañía de la luz, dijeron en entrevistas telefónicas por separado con EL VOCERO que para combatir los problemas de facturación es indispensable que la AEE comience a segregar por partida los cargos de ajustes por compra de combustible y de energía al igual que desglose todos los otros gastos que agrupa bajo su tarifa básica.

 Dichos gastos variables incluyen una amplia gama de servicios y costos tales como lectura de contadores, servicios al cliente así como una serie de gastos administrativos incluyendo la contratación de abogados, consultores, publicistas y otros.

 Por otro lado, la “eficiencia” se mide desde el punto de generación hasta la conexión del cliente, tomándose en cuenta entre otras cosas las pérdidas de electricidad. Aunque los distintos entrevistados coincidieron en que el factor de eficiencia está en poco más de 40%, siendo esto uno de sus puntos más bajos, ninguno de estos funcionarios pudieron proveerle a este diario estadísticas históricas.
El contralor Manuel Díaz Saldaña.
Los consumidores también tienen que pagar dentro de las fórmulas para calcular el costo del combustible y de la energía por un 11% que se describe como “el efecto de las contribuciones en lugar de impuestos”. Este factor 0.89 se supone cubra los impuestos de los municipios y los subsidios.
Pero el consenso entre los que conocen las operaciones de la AEE es que las facturas revelan poco o nada de los costos de la agencia y cómo se distribuyen estos gastos al cobrarles a los clientes.

Contralor desmenuzando facturas

 Entre los que apuntan a las deficiencias del sistema de facturación de la AEE se encuentra el contralor Manuel Díaz Saldaña, quien dijo le ha encomendado a un conocido economista, el Dr. Ramón Cao, que analice el sistema de facturación de la AEE.

 Ya en el 2004 un informe de auditoría de Díaz Saldaña había cuestionado la manera en que la AEE había facturado entre 1998 y fines del 2003 a sus abonados bajo la fórmula de ajuste por compra de energía a las cogeneradoras, señalando que la agencia debía reembolsar a sus clientes casi $50 millones en sobrecargos por supuestos costos variables en los que no había incurrido. La AEE, sin embargo, rechazó estos hallazgos y consistentemente ha insistido en que sus fórmulas de facturación son correctas y adecuadas.

 Aunque Díaz Saldaña no quiso entrar en detalle sobre el actual análisis que está realizando su oficina, sí explicó que independientemente de los próximos hallazgos es indispensable que en las facturas de la AEE se segreguen los costos de compra de combustible y los de compra de energía a las cogeneradoras.

 “Se debe segregar cuánto es el costo de producción de las plantas generatrices y en la compra de energía hay que segregar cuánto es de AEE y cuánto es de EcoEléctrica”, dijo el Contralor, quien añadió que también para efectos internos la AEE tiene que comenzar a segregar sus llamados costos indirectos.

 Otro alto funcionario gubernamental que pidió no ser identificado explicó que el actual método de facturación donde se agrupa en un solo cargo tanto la compra de energía como lo que se paga por el combustible le permite a la AEE esconder el costo real de generar electricidad en sus propias plantas versus cuánto le cuesta la generación a la industria privada.

Fórmulas irreales

 “No es real lo que están haciendo”, dijo este funcionario. “Lo que hacen es que cogen todo lo que gastaron en compra de petróleo y lo distribuyen en toda la generación, incluyendo la de EcoEléctrica y AES, y así el costo del ajuste les sale bien bajito”.

 Añadió que de segregarse los costos sería evidente la diferencia en los costos de producción. “Si lo divide va a salir mucho más barato la compra de energía pero no va a cambiar un centavo” del costo de la factura, afirmó.

 Tal diferencia en costos la confirmó un veterano de la AEE quien señaló que el costo por kilovatio al consumidor en meses recientes varió 7.5 centavos por kilovatio hora de AES generado con carbón a 22.5 centavos por ese mismo kilovatio hora producido con derivados de petróleo en una de las termoeléctricas de la AEE. El costo por kilovatio hora promedio generado con gas natural en EcoEléctrica, dijo, fue de 11 centavos kilovatios hora (kv/h).

 Usando como ejemplo una factura real este funcionario igualmente ilustró como a un usuario que consumió 680 kilovatios un mes la AEE le cobró 27.3 centavos kv/h para un total de $185.79, en lugar de los $124.17 que realmente le hubiese correspondido de haberse segregado correctamente la factura.