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5 de noviembre de 2008

Por: El Nuevo Herald

Más estadounidenses tiraron la toalla en octubre: las declaraciones mensuales de quiebra superaron las 100,000 por primera vez desde que se restringieron las leyes de bancarrota hace tres años. Empresas y particulares en Estados Unidos presentaron 108,595 declaraciones de quiebra de toda clase, un 13 por ciento más que el mes anterior, según datos provistos por Automated Access to Court Electronic Records, un servicio de Jupiter eSources LLC en Oklahoma City.

Las declaraciones de quiebra cayeron de manera vertiginosa después que entraron en efecto leyes de bancarrota más restrictivas en octubre del 2005. Elizabeth Warren, profesora de leyes de quiebra de la Escuela de Derecho de Harvard, dijo que los cambios ``elevaron el costo de solicitar la protección por bancarrota, pero no pusieron fin a la necesidad de la bancarrota'.

Una recesión de tres años del mercado residencial ha provocado ejecuciones hipotecarias sin precedente, un creciente desempleo y una caída en el gasto del consumidor. La mayor crisis crediticia en siete decenios está aumentando la presión sobre los estadounidenses, provocando más quiebras.

Warren predijo que ``según empeore la economía, cada vez más familias y empresas recurrirán a la quiebra para salvarse'.

'Las declaraciones de quiebra son otro síntoma del malestar que afecta a las familias y su capacidad y disposición de gastar', dijo John Herrmann, director general de Herrmann Forecasting LLC en Summit, estado de Nueva Jersey. En su opinión, 'las bancarrotas se están disparando a nuevas alturas' según ``se intensifica la contracción del crédito'.

Las declaraciones de quiebra de los consumidores se dispararon justo antes de las revisiones a la ley de bancarrotas y dificultaron más que los individuos eliminen sus deudas.

En las dos semanas antes de que entrara en vigor la nueva ley, 630,000 estadounidenses buscaron la protección por quiebra, con lo que el número total de declaraciones en el 2005 se elevó a un récord de 2.1 millones. Hubo 590,500 declaraciones de quiebra en el 2006 y 827,000 en el 2007.