11 de diciembre de 2020
EFE
El descubrimiento de una nueva especie de ctenóforo, criatura similar a las medusas y bautizado con el nombre de Duobrachium sparksae, no documentado hasta nuestros días, en las profundidades de la costa norte de Puerto Rico, supone un gran avance científico y la prueba de la existencia de múltiples formas de vida en los océanos por descubrir.
Dos científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés), Mike Ford y Allen Collins, revelaron a Efe este jueves que el hallazgo fue posible gracias al denominado Deep Discover, vehículo operado a distancia y que recoge grabaciones de video de alta definición del fondo marino.
Los ctenóforos, cuyo nombre significa portadores de peine, disponen de células especializadas, los coloblastos, que producen una sustancia de características pegajosas que se utiliza para capturar a sus presas.
Son criaturas exclusivamente marinas y hasta el momento se habían documentado más de 160 especies, a las que ahora hay que sumar el hallazgo de la NOAA.
"Sabemos de muchos ctenóforos que viven en aguas menos profundas cerca de la costa. Este descubrimiento proporciona evidencia que de que hay muchas formas diferentes de seres gelatinosos en las profundidades del océano. En términos de capacidad de observación, este descubrimiento fue posible gracias al video de alta definición configurado desde un vehículo operado de forma remota -el citado Deep Discoverer- para habilitar y respaldar la descripción que publicamos", subrayó Ford.
Primera vez que se usa video
Dijo que se trata de la primera vez que un equipo de científicos utiliza un video de alta definición para describir una nueva especie animal.
La investigación estuvo apoyada por el Departamento de Zoología de Invertebrados del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian.
El científico destacó que quedan por descubrir muchas especies marinas y que cada vez que se caracterizan nuevas se obtiene una mayor comprensión de los ecosistemas marinos, ya que las especies son los componentes fundamentales y los principales actores dentro de estos complejos sistemas.
El descubrimiento de la nueva especie se llevó a cabo en el año 2015, aunque la divulgación se dio a conocer por la NOAA ahora.
Con respecto al por qué se divulga este descubrimiento años después, Ford matizó que para establecer una nueva especie los expertos deben presentar evidencia de que es diferente de todas las demás conocidas en la literatura científica.
Esto implica diferenciar la especie de todas las demás similares que se han descrito anteriormente y presentar información que permita a los futuros investigadores identificar la especie cuando se vuelva a encontrar.
Collins, por su parte, indicó que las cámaras del Deep Discoverer pueden captar imágenes de alta resolución y medir, incluso, estructuras de menos de un milímetro.
El video proporciona gran información
Dijo que, obviamente, no se trata de microscopios de laboratorio, aunque el video proporciona información para conocer con precisión formas, ubicación, técnicas reproductivas y otros aspectos.
Matizó que, por lo general, las nuevas especies se describen tomando muestras, llevando a los animales al laboratorio y haciendo muchos análisis tanto en el microscopio como con tejido genético.
"Examinamos el video de alta definición en detalle e hicimos el descubrimiento. Hicimos un repaso histórico de los ctenóforos y parecía claro que se trataba de una nueva especie. Luego trabajamos para situarla correctamente en el árbol de la vida", precisó Collins.
La nueva especie documentada ha recibido el nombre de Duobrachium sparksae, tras documentarse que, efectivamente, no se trataba de una rama evolutiva relacionada con las medusas de peine que se arrastran por el lecho marino, conocidas como Platyctenida.
Respecto a sus características, este ser mide unos 6 centímetros de alto, pero con tentáculos que pueden alcanzar hasta los 30 centímetros.
El Duobrachium sparksae cuenta con un cuerpo bulboso en la parte superior y luego dos tentáculos colgantes muy largos, cada uno a su vez con otros laterales.
Cada uno de los tentáculos podría retraerse en un pequeño saco dentro de un apéndice.
La temperatura del agua donde se descubrió se situaba entre 2,32 y 2,35 grados centígrados y los niveles de oxígeno medidos donde se observaron estos animales fue de 7,53 a 7,60 miligramos por litro.
La mayoría de los ctenóforos son hermafroditas, aunque no se certificó en esta nueva especie.
Sin embargo, el video de alta definición reveló huevos redondos (o posiblemente embriones).
En muchos ctenóforos, tanto los óvulos como los espermatozoides se vierten al agua donde se produce la fertilización y el desarrollo posterior.
Fue descubierto a unos 4.000 metros de profundidad, no muy lejos de la trinchera de Puerto Rico, a 38 kilómetros (20,5 millas náuticas) de Arecibo, municipio de la costa norte de la isla caribeña.
Michael Ford es oceanógrafo de la Oficina de Ciencia y Tecnología de NOAA, mientras que Allen Collins es un zoólogo investigador y director del Laboratorio Nacional de Sistemática de la NOAA, que se encuentra dentro del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian.