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  Por el libro
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12 de agosto de 2024

El Vocero

Luego de que en el pasado mes de enero estuvo bajo discusión el tema de imponer obligatoriamente las propinas en el País, consumidores vuelven a denunciar la fijación de nuevas modalidades de esos cargos en distintos establecimientos comerciales.

Según información compartida con EL VOCERO, la nueva práctica es que al momento del mesero entregar la cuenta final de lo consumido en el restaurante, en el recibo se puede observar que ya está sumada la propina de un 18%, con la salvedad de que en el mismo se puede leer un relevo de responsabilidad que dice “si el cliente no está de acuerdo se puede cambiar” al tiempo que el mesero igualmente lo señala.

“Esta práctica coloca en una posición incómoda a ambas partes, al mesero y al consumidor, porque en la misma cara de la mesera que te sirvió te ves obligado a decirle que te quite la propina o que quieres dar menos. O simplemente te ves obligado a dejarlo así para no hacer sentir mal al mesero, pero al mismo tiempo estás haciendo lo que el propietario del negocio quiere”, afirmó Ricardo Soto, consumidor que vivió la experiencia.

Asimismo, hay otras denuncias en las que los consumidores identifican la modalidad en otros restaurantes donde se rehúsan ofrecer la opción de ‘custom’ para que coloquen la propina que deseen, sino que automáticamente les preguntan si les agregan el 18%, 20% o 25%.

En entrevista con EL VOCERO, el secretario interino del Departamento de Asuntos al Consumidor (DACO), Francisco González de la Matta, indicó que en Puerto Rico existe el Reglamento 9158 del 2020, el cual regula el tema de las propinas, bajo la regla 7 del mismo, la cual prohíbe la imposición de estos cargos.

“Lo importante aquí es saber que es opción del consumidor si da o no da la propina. Nosotros hay momentos en que sabemos de lugares con dichas prácticas y hay momentos en que vamos descubriéndolos en el camino debido a las labores de fiscalización de la agencia”, comentó González de la Matta.

El funcionario indicó que la información a veces llega por los mismos ciudadanos o por los inspectores que se topan con la situación.

Según el funcionario, al llegar la notificación a la agencia se envía un inspector para verificar si en efecto se sustenta lo que el consumidor dice en su reclamación. González de la Matta indicó que típicamente lo que pasa en esos momentos es que el propietario del establecimiento no tenía conocimiento, a lo que el inspector orienta y se le devuelve el dinero al consumidor. No obstante, si no se llegase a completar la devolución del dinero o se niegan a realizarlo, lo que procede es el tema administrativo, las querellas.

“En una querella ya el trámite es formal, en donde se procede en la evaluación de la prueba y se les avisa a todas las partes. Es un poquito más formal. Es importante saber que cuando se hace la evaluación, los inspectores sí orientan, pero si corresponde se le da el aviso de infracción, que no es otra cosa que una multa y dependiendo si es la primera vez o si ha pasado en otras circunstancias puede variar la cantidad”, explicó el secretario interino de DACO.

Ante preguntas sobre hasta cuánto ascenderían las multas que DACO pudiera fiar, González de la Matta indicó que los comerciantes se exponen a tener que pagar hasta $10 mil.

Por otro lado, mencionó que siempre invitan a los consumidores a que cuando vivan este tipo de experiencias hagan el acercamiento a DACO, que es la agencia que está para velar por los consumidores en el día a día. Explicó que dependiendo el área donde ubique el restaurante, pueden pasar por la oficina regional más cercana. Las oficinas regionales se encuentran en San Juan, Mayagüez, Arecibo, la del área de Ponce localizada en Santa Isabel y Caguas.

Asimismo, para radicar la querella puede ser presencialmente o, si no, pueden utilizar el portal de internet https://www.daco.pr.gov/.

“Hay varias formas, pero lo importante es que nos hagan el acercamiento y nos pongan en posición para poder ayudarles, porque también es lo que decimos, que la función es dual en cuanto ayudamos a las personas siempre que corresponda y posiblemente podamos ayudar a otras personas en el camino que, a lo mejor, pues con esa orientación que se le dé al comerciante, o con esa notificación, se elimine esa práctica que no se supone que corresponda. Por eso hacemos mucho hincapié en el hecho de que más nos dejen saber, pues mejor es para el beneficio común”, puntualizó González de la Matta.