12 de julio de 2017
El Vocero
El recién presentado hallazgo de la Compañía de Comercio y Exportación, donde evidencian bajo una nueva metodología que las ventas al detal se han sobrestimadas por años, por cerca de $10,000 millones anuales, ha generado una mayor desconfianza en el mercado inversor, a la vez que ha levantado bandera entre los pequeños y medianos comerciantes (PyMes) sobre la fuga de capital local.
Una fuente del mercado inversor aseguró que desde tempranas horas de la mañana se había generado un revuelo con la noticia publicada en exclusiva de EL VOCERO, y aseguró que el consenso general es la reafirmación de que en Puerto Rico no existe data confiable y hay falta de transparencia en la gobernanza pública. La fuente señaló que la sobrestimación de las ventas al detal plantea falsa representación ante los mercados al momento de emitir deuda, con proyecciones de ingresos erróneas.
Indicó que se proyectaba un crecimiento anual en recaudos del Impuesto Sobre las Ventas y Uso (IVU), con el cual sostenía la estabilidad de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (COFINA). “Se emitió deuda bajo la presunción de una data falsa, que cambia totalmente toda la configuración de los estimados del IVU, lo que hace a COFINA mas insolvente”, apuntó la fuente.
Rafael Rojo, presidente de los Bonistas del Patio aseguró que la estructura de COFINA se diseñó y se contrató de forma tal que si las proyecciones se redujeran nunca afectaría el servicio de la deuda, ya que eso se cobraba primero y luego el restante pasaba al fondo general. “Si las proyecciones fueron erradas, el que se afectó aquí es el fondo general, quien recibe la mayor parte de los recaudos del IVU. El problema es justamente en base a dicha proyección que establecen sus presupuestos y gastos, lo que genera el desfase que se tiene hoy. Contrario a lo imaginado, muy poco del porcentaje del IVU que se recauda va al bonista”, explicó.
Sector comercial levanta bandera
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio, Alicia Lamboy, opinó que se trata de un problema serio que denota desconfianza y levanta el reto de una planificación. “Detrás de esta data gira toda una actividad económica. El problema es que por años se confió en datos irreales y se honraron unos supuestos. Ahora cabe preguntarse nuevamente si esta metodología está partiendo de unos supuestos confiables o pudiese pasar lo mismo bajo otra administración, y seguir cambiando los procesos”, sentenció.
Lamboy sostuvo que los nuevos datos denotan una actividad económica que no es tan fuerte como se esperaba y deja al descubierto a los Pymes, que son comerciantes locales que necesitan más atención para repuntar sus ventas.
Justamente este detalle fue el que más impactó a la presidenta de Empresarios por Puerto Rico, Enid Monge de Pastrana, quien dijo es altamente peligroso para el repunte económico, ya que el 90% de los comercios en Puerto Rico son locales, pequeños y medianos, y al general solo el 30% de las ventas al detalle esto demuestra que más dinero se escapa diariamente. “Ahora el gobierno tiene ante sí una gran reto. Tienen que ayudar para hacer del Pyme un sector más productivo, tienen que proveerles las herramientas y el ambiente positivo, balanceado y confiable para hacerlos crecer. Ese dinero es dinero que se queda en la Isla y no se escapa. El de las grandes cadenas sale diariamente del país y en nada avala al repunte económico que se necesita”, destacó.
Sin embargo, Monge ve con recelo la nueva metodología, ya que entiende que cada administración presenta sus números acorde con los planes que persigue desarrollar. Le preocupa que históricamente se habla que la evasión en las Pymes es elevada, y ahora si la mayor parte de las ventas se generan en grandes comercios, el incumplimiento contributivo esta en otro lugar.
En tanto, Nelson J. Ramírez Rivera, presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD) sostuvo que la nueva metodología “viene a reconfirmar lo que por décadas hemos sostenido en cuanto a la proliferación desmedida de las megatiendas y megafarmacias y su impacto nefasto en el sector Pymes del País, colocándolo en riesgo de desaparecer”.
Para 1996, el CUD comisionó un estudio que reveló el dato que en un lapso de 10 años una megatienda causa el cierre de la mayoría de los negocios Pymes a su alrededor. De otro lado, en el estudio 'El impacto de las mega tiendas en el sector de comercio en Puerto Rico y en las pequeñas y medianas empresas del sector comercial', del Economista José I. Alameda en 2014, indicaba que: "El aumento en pies cuadrados (de megatiendas) entre 1993 y 2002 se estima en cerca de 2 millones a sobre 5.5 millones de pies cuadrados de venta. El crecimiento y expansión de un solo establecimiento gigante podría explicar por sí sola unas 800 quiebras de detallistas y mayoristas... Finalmente, por cada dólar que generan las megatiendas, apenas 14 centavos se quedan en Puerto Rico, mientras que las Pymes ingresan 47 centavos a nuestra economía”.