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  Por el libro
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15 de noviembre de 2011

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ORLANDO, Florida, EE.UU. (AP) — La lógica indicaría que si alguien ha padecido un ataque cardíaco y su asegurador le ofrece medicamentos gratis para prevenir otro, los aceptaría más que contento, pero los médicos hicieron eso mismo en un estudio numeroso y se sorprendieron de comprobar que sólo la mitad de los pacientes los tomó.

Quienes lo hicieron padecieron menos problemas cardíacos y ahorraron un promedio de 500 dólares para el cuidado de la salud durante un año y tampoco le costó más a la compañía aseguradora. Por cierto, los costos bajaron debido al menor número de hospitalizaciones.

"La gente no se enfermaba tanto y son quienes enferman los que cuestan más dinero", dijo el doctor Lonny Reisman, uno de los autores del estudio y director médico de Aetna, uno de sus patrocinadores.

Aetna planea empezar a ofrecer gratuitamente algunos de esos remedios o con un pago reducido a algunos sobrevivientes de ataques cardíacos e investiga si también podrá hacerlo para otras dolencias crónicas, como diabetes y enfermedades pulmonares crónicas, dijo Reisman a The Associated Press.

Este estudio podría convencer a otros aseguradores a hacer lo mismo, dijeron especialistas en cardiología.

"Un remedio sólo da resultado si se toma", comentó el doctor Eric Peterson, de la Universidad de Duke. "El cumplimiento en Estados Unidos es horrible" y sólo el 10% de los pacientes en este estudio tomaban todas las medicinas que debían un año después del ataque, agregó Peterson, que no participó en el estudio.

El estudio fue propuesto y dirigido por el doctor Niteesh Choudhry, del Hospital Brigham and Women de Boston, quien presentó los resultados el lunes en una conferencia de la Asociación Cardiológica Estadounidense en la Florida.

También fueron publicados en línea por la publicación especializada New England Journal of Medicine. El Commonwealth Fund contribuyó a financiar el trabajo. Algunos de sus autores son asesores de compañías de seguros.

Varios tipos de fármacos —las estatinas que reducen el colesterol y los remedios que reducen el ritmo cardíaco y ayudan al corazón a bombear más efectivamente— pueden impedir problemas después de un ataque al corazón y se supone que los pacientes deben usarlos durante el resto de su vida, pero muchos no lo hacen.