26 de octubre de 2011
El Nuevo Dia
PARMA HEIGHTS, Ohio - La población pobre en los suburbios de Norteamérica -por mucho tiempo un símbolo de una clase media estadounidense estable y próspera- creció más de la mitad después de 2000, obligando a las comunidades suburbanas en toda la nación a revaluar sus identidades y la manera cómo ellas sirven a sus poblaciones. El incremento en los suburbios fue del 53%, comparado con el 26% en las ciudades. La recesión ha acelerado este ritmo: dos terceras partes de nuevos suburbanos pobres han sido añadidos de 2007 a 2010. "El crecimiento ha sido asombroso", dijo Elizabeth Kneebone, experta investigadora de Brookings Institution, quien dirigió el análisis de los datos del censo. "Por primera vez, más de la mitad de los pobres metropolitanos viven en áreas suburbanas". Como resultado, las municipalidades suburbanas, otrora preocupadas por mantener el orden, extinguir incendios y reparar carreteras, están confrontando una nueva serie de problemas, concretamente, cómo ayudar a los residentes pobres sin la gama de programas sociales con los que cuentan las ciudades, y cómo acercar a estos residentes a los servicios sin transportación pública. Muchos suburbios están enfrentando estos retos con los presupuestos más apretados en años. Este cambio ha contribuido a redefinir la imagen de los suburbios. "Los suburbios siempre fueron un lugar de oportunidades -una escuela mejor, una casa mejor, un empleo mejor", dijo Scott Allard, un profesor auxiliar de la Universidad de Chicago, quien se enfoca en la política de bienestar social y pobreza. "Hoy, esto no es tan cierto como la mitología popular nos ha hecho creer". Desde 2000, la lista de pobreza ha aumentado en cinco millones en los suburbios, con enormes incrementos en áreas metropolitanas tan diferentes como Colorado Springs y Greensboro, Carolina del Norte. Durante la década, los suburbios del centro oeste tuvieron una clasificación alta; recientemente, el incremento más agudo ha sido en las comunidades donde el colapso de la vivienda ha sido peor, como en Cape Coral, Florida, y en Riverside, California, de acuerdo con el análisis de Brookings. Casi el 60% de los pobres de Cleveland, otrora concentrados en su núcleo urbano, viven ahora en sus suburbios, lo que representa un aumento del 46%, comparado con 2000. En toda la nación, el 55% de la población pobre en áreas metropolitanas se encuentra ahora en los suburbios, un aumento de 49%. Aumentan las víctimas La pobreza es algo nuevo en Parma Heights, un tranquilo suburbio de callejones sin salida y céspedes bien cortados, y pedir ayuda puede resultar difícil. El banco de alimentos de Parma Heights, que empezó a atender a docenas de familias al mes en 2006, y ahora ayuda a 260, pone de manifiesto una corriente de víctimas de la moribunda economía. Muchos nunca antes habían necesitado ayuda alimentaria. Como Mary W., de 59 años, quien ha trabajado toda su vida, más recientemente en una compañía en Cleveland, y quien siempre fue una persona que recordaba a sus colegas para que donaran para obras de caridad. Ahora ella es una de las que la recibe. Cuando vino por primera vez al banco de alimentos, lloró "amargamente", dijo Mary, quien pidió que no se usara su apellido porque no quería que sus hijos se enteraran de sus problemas financieros. En Vineyard Community Church, en Wickliffe, otro suburbio de Cleveland, Brent Paulson, el pastor, dijo que había tenido que asignar a un empleado en el camino de entrada a la iglesia el día que se abrió el banco de alimentos para convencer a la gente de que entrara, porque se sentían muy avergonzados de tener que pedir ayuda. Como una señal de lo lejos que los apuros económicos han llegado, un voluntario vio a su expatrono llegar al banco de alimentos, dijo Paulson. "Una pesadilla" El banco de alimentos de Cleveland, que sirve a seis condados, duplicó su distribución entre 2005 y 2010. "Existe la sensación de sorpresa", dijo Anne Goodman, la directora, "la sensación de que esto tiene que ser un error. Ha llegado a ser como una pesadilla". Las llamadas a la línea de auxilio de servicios sociales de United Way de áreas suburbanas en el noreste de Ohio se incrementaron más del doble de 2005 a 2010, sobrepasando el aumento en las ciudades. "Estamos viendo un incremento en la necesidad en lugares que jamás habíamos esperado", dijo Stephen Wertheim, director de la línea de auxilio, First Call for Help. La pobreza ha ido en aumento en los suburbios por años, junto con la población. Pero el 53% de aumento en la pobreza ha superado por mucho el 14% de aumento en la población en la última década, acelerando el cambio en su condición social como enclaves de clase media alta. Los problemas urbanos han aparecido. En Penn Hills, un suburbio de Pittsburgh donde la gente siempre ha conducido automóviles, los residentes pobres que caminan cerca de los patios y de las paradas de autobuses han creado problemas con la basura, dijo Alexandra Murphy, una estudiante de doctorado en Princeton que investiga la pobreza suburbana. Warrensville Heights, un suburbio al sureste de Cleveland, era pulcro cuando Fran Matthews se mudó allí en 1987, con buenas escuelas, céspedes bien cortados y un vecindario de clase media, dijo ella. Ahora, los letreros "para la venta" pululan por los patios con césped sin cortar. Los robos están aumentando, aunque el crimen sigue estando muy por debajo que en la ciudad. En conjunto, la tasa de pobreza suburbana -11.4% en 2010- sigue estando muy por debajo de la tasa de la ciudad, del 20.9%, según Kneebone. "Ahora, cuando uno llega a la casa, tiene que mirar bien para todos lados antes de bajar del auto", dijo Matthews. Los cambios han afectado al sistema escolar, dijo ella, y su nieto asiste ahora a una escuela subvencionada (‘charter school’) en Cleveland. El golpe doble de la recesión y de la crisis de las ejecuciones hipotecarias -que ha azotado de una manera particularmente dura a Cleveland y sus suburbios- ha hecho bajar a la gente en su nivel de ingresos. Tal como lo define la Oficina del Censo, el nivel de pobreza para una familia de cuatro miembros era de $22,314 el año pasado. "Esta comunidad es de clase media, pero se encuentra justamente en la línea divisoria", dijo Brad Sellers, un jugador de baloncesto retirado que se crió en Warrensville Heights y que se postula para alcalde. "Cualquier descenso espectacular puede ponerlo a uno al borde de la desesperación". La tasa de desempleo entre los estadounidenses negros era de 16% en septiembre, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales -casi el doble de la tasa de la nación, un dato estadístico doloroso en un suburbio que en su mayoría es negro. "¿Dónde está ese 9%?, preguntó Sellers. "Aquí no". Algunas comunidades se resisten a la idea de que la pobreza existe. Cuando Ann George, quien dirige el banco de alimentos de Parma Heights con voluntarios incondicionales, habla en iglesias y en reuniones comunitarias, "veo el escepticismo en los rostros de las personas", dijo ella. "Ellas dicen: ‘Esto es Parma Heights, no Cleveland’ ". Otros suburbios se están adaptando. En Maple Heights, el alcalde, Jeffrey Lansky, adoptó la idea de un banco de alimentos, reservando un espacio para él en 2008 y haciendo que el Departamento de Bomberos lo ayudara a renovarlo. La Biblioteca Pública del Condado de Cuyahoga ahora dirige centros de deberes escolares después del horario escolar con refrigerios del banco de alimentos, destinados a la creciente población de niños pobres. Edward FitzGerald, el ejecutivo del Condado de Cuyahoga, sostuvo que el aumento en la población suburbana pobre podría contribuir a desembocar en un cambio fundamental en el gobierno local. Por años, Cleveland contó con la mayoría de la población -y recursos-, pero la política debe reflejar la vuelta a favor del condado, dijo él. Y con la reducción de fondos estatales, los condados y los suburbios que ellos tienen tendrán que redoblar los servicios sociales y el desarrollo económico por su cuenta, muchos de ellos por primera vez. "Ustedes están hablando de sistemas gubernamentales que, realmente, nunca antes han hecho esto", dijo Fitzgerald.
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