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  Por el libro
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24 de octubre de 2011

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Torrenciales lluvias están azotando la producción cafetera y las rutas comerciales en Centroamérica, proveedor de 10% de los granos de café del mundo.

Esta temporada de lluvias se está perfilando como destructiva en países como Honduras y Guatemala, que producen granos de la variedad arábiga de sabor suave, codiciada por los conocedores de café.

Fuertes vientos están deshojando los cafetos, exponiendo los granos inmaduros a los elementos. Asimismo, el café está cayendo en suelo empantanado antes de que pueda ser cuidadosamente cosechado, y esos granos con frecuencia están tan dañados que no pueden venderse.

Ello está haciendo subir el precio del café. Los futuros se han disparado desde que cayeron a un mínimo de nueve meses a comienzos de este mes.

Félix Regalado, quien cultiva café en una pequeña finca de Honduras, el mayor productor de café en Centroamérica, y miles de otros productores de café están por comenzar a recoger la mayor parte de la cosecha de Centroamérica en momentos en que hay restricción de suministros. Las reservas de café de la variedad arábiga en depósitos certificados por bolsas se han contraído casi 60% desde septiembre de 2009.

Las grandes empresas tostadoras de café esperaban que la próxima cosecha en Centroamérica y Sudamérica trajera alivio al cabo de tres años de producción mundial deslucida. Sin embargo, las intensas lluvias, que ya se han cobrado decenas de vidas en la región, están acabando con tales esperanzas.

"El café se está cayendo de las plantas, los granos maduros y los verdes también", dice Regalado. Los frutos contienen los granos, que se limpian y tuestan para producir café. No sólo se daña el café, sino las condiciones meteorológicas dificultan la cosecha y el envío a terminales de almacenamiento o puertos.

"Cuando llueve así, no podemos cortar", explica Regalado. "Y cuando está liso, tenemos que transportar en caballo".

En El Salvador, 2% de los 1,3 millones de sacos de 60 kilos que se preveía se exportarían este año se han malogrado por las lluvias, señala Ana Elena Escalante, directora ejecutiva del Consejo Salvadoreño del Café. El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, dijo que el país había recibido una cantidad récord de precipitaciones, sobrepasando las del huracán Mitch en 1998, uno de los desastres naturales más costosos de la región.

Las intensas lluvias tomaron por sorpresa a algunos empresarios del sector cafetero.

"No se lo esperaba", dice Ricardo Villanueva, presidente de la Asociación Nacional del Café de Guatemala. "Es imposible de pronosticar".

Guatemala es el segundo productor más grande de la región, y Villanueva afirma que la pérdida de las cosechas es mínima pero que el "daño a la infraestructura es terrible".

El clima húmedo se está propagando más allá de Centroamérica. La federación del café en Colombia ha atribuido a tormentas más intensas de lo habitual la caída en la producción, pero mantiene su meta de nueve millones de sacos para el año.

"Ciertamente va a haber un problema logístico, y puede ocurrir un problema de oferta", advierte Jack Scoville, vicepresidente de Price Futures, de Chicago, y negociador de café salvadoreño. "Daría… ímpetu a los precios. Creo que se encaminan de vuelta al área de US$2,70 (por libra)".