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  Por el libro
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19 de octubre de 2011

Primera Hora

Por segunda día consecutivo, el juez federal en San Juan, José A. Fusté, rechazó aplicar la sentencia sugerida en un acuerdo pre sentencia entre el representante legal de un acusado y la fiscalía federal al considerar que los representantes del ministerio público "son muy blanditos" con los imputados que hacen admisión de culpabilidad.

Pese a que la fiscalía y la defensa habían acordado que un comerciante que se declaró culpable de adulterar, transportar y distribuir carne putrefacta a negocios pequeños podía cumplir su sentencia en probatoria, el juez sentenció al acusado hoy, martes, a un año de prisión.

Según las guías federales, el hombre se exponía a un término máximo de seis años de prisión, pero los jueces no están obligados a regirse por estos estatutos ni la pena sugerida por las partes.

"No puedo, en buena conciencia, darle probatoria. Estoy cansado del ‘ay bendito’", tronó el juez federal desde el estrado, según los medios informativos.

Según se desprende del pliego acusatorio, Filiberto Berríos enfrentaba cuatro cargos por adulterar, transportar, distribuir y vender producto de carne entre el 25 de junio y 20 de agosto de 2009.

De hecho, las autoridades federales y estatales decomisaron 45,582 libras de carne que el negociante había almacenado o distribuido como buena para dicho periodo.

Durante una vista celebrada este lunes, Fusté también fustigó a la fiscalía federal por haber llegado a un acuerdo de un año y medio con Jason Dávila Reyes, hermano de uno de los 10 más buscados por las autoridades federales.

Fusté sentenció a Dávila Reyes a siete años de prisión por una violación de ley de armas.