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  Por el libro
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17 de octubre de 2011

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WASHINGTON (Reuters) - Luego de dos años de una creciente escasez de fármacos para el cáncer en Estados Unidos, los reguladores y legisladores aún no lograron identificar las causas de la tendencia y menos aún resolver el problema.

Los hospitales y médicos de todo el país están postergando los tratamientos y usando la segunda mejor alternativa, o la más costosa.

El desabastecimiento también provocó demoras en los ensayos clínicos del cáncer, que usan fármacos como línea de base para evaluar la efectividad de las nuevas terapias.

Aunque estas soluciones pueden servir por un tiempo, quizás lo más preocupante es que los funcionarios a cargo de lidiar con el problema no están más cerca de identificar sus causas.

En el medio hay cientos de miles de pacientes, y potencialmente millones, que podrían no recibir el cuidado que necesitan.

"Cualquiera que esté seguro que conoce la respuesta a esta pregunta probablemente se está engañando", dijo a Reuters Peter Lurie, destacado asesor de la Comisaría de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés), que trabaja con temas de salud pública, incluyendo el problema de la falta de medicamentos.

"Parece haber múltiples factores que están influyendo y es muy difícil identificar cuál es más importante", agregó.

El problema existe desde hace años en Estados Unidos, pero antes era intermitente y pasajero, según los farmacéuticos y médicos. Ahora la escasez se disparó rápidamente, con un récord de más de 200 faltantes de medicamentos este año, desde 56 en el 2006, de acuerdo a datos de la FDA.

Los proveedores de salud dicen que las compañías que fabrican estos fármacos, en su mayoría vendidos en forma genérica, tienen un menor interés en garantizar un suministro suficiente.

Luego de una oleada de consolidación, actualmente entre cinco y siete compañías se dividen el 80 por ciento de la producción y las políticas más estrictas de reembolsos han afectado sus ganancias.

Pero un grupo que representa a firmas como Watson Pharmaceuticals Inc y Sandoz, una división de Novartis AG , acusa a la FDA de introducir inspecciones innecesariamente estrictas y de cerrar centros de fabricación por temas menores.

Mientras tanto, las acusaciones y la falta de respuestas están exasperando a los proveedores de salud y los pacientes.

RESPUESTAS A LARGO PLAZO

El Gobierno está intentando crear un mejor sistema de notificación, algo que podría resolver los problemas más inmediatos de los pacientes.

Los senadores Amy Klobuchar y Robert Casey, demócratas por Minnesota y Pensilvania, respectivamente, propusieron una ley en febrero que forzaría a las compañías farmacéuticas a informar a la FDA sobre el riesgo de quedarse sin productos.

Pero el proyecto no ayuda a prevenir el problema a largo plazo. "La gente no se pone de acuerdo en cómo resolverlo a la larga, y no hay muchas leyes en el Congreso", dijo Klobuchar a Reuters.

La FDA puede explicar las causas inmediatas de la escasez: en el 2010, la mitad se debió a problemas con la calidad de los productos y "significativas" fallas en la fabricación, como la aparición de viruta de metal en frascos o de contaminación fúngica, dijo Sandra Kweder, vicedirectora de la Oficina de Nuevos Fármacos de la FDA.

La agencia también mencionó un creciente número de problemas de producción en complejos antiguos que los fabricantes del sector genérico de menores ganancias se niegan a renovar.

La industria culpa en parte a la FDA. La Asociación Farmacéutica de Genéricos dijo que la agencia se ha concentrado más en la aplicación de las normas en los últimos tres años, cerrando fábricas por problemas menores que hubieran sido resueltos menos drásticamente en el pasado.