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  Por el libro
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12 de octubre de 2011

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El primer parque de generación de energía eólica de República Dominicana comenzó a operar el martes en el extremo oeste del país, con la intención de disminuir la dependencia con respecto a la importación de combustibles fósiles.

El presidente Leonel Fernández inauguró en el pueblo de Juancho, 260 kilómetros al oeste de la capital, la primera fase del parque Los Cocos-Quilvio Cabrera, de capital mayoritariamente privado, que con 14 turbinas de fabricación danesa generará 33 Megavatios/hora (MWh) de energía.

Fernández calificó la apertura del parque como un hecho histórico para República Dominicana, al insistir que un país no puede crecer económicamente mientras dependa de la importación de combustibles fósiles para la generación de energía y el transporte.

República Dominicana carece de yacimientos petroleros, por lo que importa unos 155.000 barriles de petróleo al día, principalmente de Venezuela.

De acuerdo con estadísticas de la corporación estatal de empresas eléctricas, el 46,1% de los 1.600 MWh que se generan en el país proviene de termoeléctricas a base de diesel, 39,8% se genera con base en carbón y gas natural y 14,1% mediante hidroeléctricas.

Sólo en el 2010, República Dominicana gastó 798 millones de dólares en la importación de combustibles fósiles para la generación eléctrica, cerca del 25% de sus importaciones de petróleo.

El proyecto Los Coco-Quilvio Cabrera fue construido, con una inversión de 100 millones de dólares por la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE-Haina), de capital público y privado, y por el Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM). Se utilizaron molinos de viento de fabricación danesa.

Aunque la primera fase del parque eólico sólo generará 33 MWh, en su segunda fase prevista para el 2012 la generación se ampliará a 70 MWh, explicó el gerente EGE-Haina, Tito Sanjurjo.

El ejecutivo detalló que la primera fase del proyecto reducirá la importación de petróleo en al menos 200.000 barriles al año y evitará la emisión de 70.000 toneladas de bióxido de carbono a la atmósfera anualmente.

Debido a los altos costos del petróleo y alta morosidad de los consumidores, República Dominicana mantiene un déficit de más del 25% de sus necesidades eléctricas, que se traduce en constantes apagones.