7 de enero de 2019
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La escena suele repetirse en casi todos los hogares: abrimos el refrigerador, revisamos lo que falta y lo que queda, y al acto salimos al supermercado a realizar las compras de la semana o de la quincena. Sin embargo, este método no siempre es beneficioso para nuestro bolsillo y para la salud de nuestras cuentas bancarias.
Business Insider nos propone algunos consejos a tener en cuenta cuando nos disponemos a adquirir los alimentos y productos que necesitamos para el hogar.
Si no has confeccionado la lista, mejor ni salgas
Si planificas con regularidad las comidas que al menos realizarás en la semana, sabrás con certeza qué te falta. Con esta lista muy bien establecida, tu entrada al mercado será menos incierta, sabrás a lo que vas e intentarás no desviarte de tus propósitos.
No se te ocurra salir de compras con el estómago vacío
Tener hambre en el momento de entrar al mercado nunca ha sido una buena idea. Si lo haces, tu estómago, tus instintos y el clamor de tus papilas gustativas te confundirán, y al final terminarás comprando más de lo que en realidad necesitas.
Por ello, el portal Lifehacker sugiere que mastiques chicle de menta mientras haces las compras; así se hará menos probable que seas víctima de las tácticas de marketing de la tienda, cuando colocan ciertos alimentos a primera vista para que no dudes ni un segundo en atraparlos y meterlos en la cesta o en el carrito.
No seas perezoso, usa los cupones de rebajas
No se trata de que nos convirtamos en obsesivas máquinas de recolección de cupones ni que de ellos dependa nuestra existencia. Pero siempre será saludable, como recomienda Krazy Coupon Lady, que verifiquemos en qué tienda se realizan los mejores descuentos y qué cadenas nos hacen llegar sus cupones.
Krazy Coupon Lady también sugiere que descarguemos aplicaciones para ahorrar dinero, como Ibotta y Checkout51.
No vayas a la compra el fin de semana ni por la mañana
Mientras la mayoría de nosotros hacemos nuestras compras de comestibles durante el fin de semana, es a mitad de semana cuando salen a la venta los productos con una vida útil corta como la carne y los productos lácteos.
Además, a medida que avanza el día y las tiendas necesitan deshacerse de los productos perecederos hay más descuentos.
Según Lifehacker, el mejor momento para comprar es el miércoles por la noche.
No ignores los ciclos de venta
Trata de comprar siempre productos que estén en temporada: son más baratos y generalmente más frescos.
Si puedes, haz compras a granel
Hay una razón por la cual Costco es tan popular en Estados Unidos. Comprar en grandes cantidades es generalmente más barato. Según Spoon University, los mejores artículos para comprar a granel son productos no perecederos como papel higiénico, servilletas, platos de papel y cajas de agua.
Pero esto tampoco significa que todo deba ser comprado en grandes cantidades. Esta filosofía podría llevarte a desperdiciar mucha comida; además de que no cabrían tantas provisiones en casa. Si verificamos los precios unitarios, encontraremos que ciertos alimentos como cereales o congelados son más baratos en menores cantidades.
Ten presente los precios de tus productos favoritos
¿No estás al tanto del precio de los productos que más sueles adquirir? Si no lo haces, es posible que estés pagando más de lo que deberías. Lifehacker sugiere que tengas una libreta de precios para que no caigas en las ventas falsas, en las que ciertos productos pasan por una gran oferta y en realidad son vendidos a un precio normal.
No fijes la vista solo en los estantes que están al nivel de tus ojos o por encima de estos
Este es un consejo poco conocido: los artículos más baratos generalmente se almacenan en los estantes inferiores, mientras que los artículos caros se almacenarán al nivel de los ojos. ¿Por qué? A menos que esté al tanto, el consumidor promedio sin saberlo gastará más solo comprando lo que está en su línea de visión.