8 de marzo de 2021
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Miles de autos, en una cantidad no cabalmente cuantificada, han sido vandalizados recientemente en Estados Unidos para arrancarles una de sus más valiosas y deseadas partes. Pero los ladrones no se llevan los aparatos de sonido, los espejos o los relucientes rines.
Los ladrones arrancan y se roban los convertidores catalíticos de los autos, que son componentes del sistema de expulsión de los gases de la combustión del vehículo y operan como filtros que retienen contaminantes y reducen la polución emitida.
Dentro de los convertidores catalíticos se encuentran piezas de un metal raro y tan preciado que tiene un valor superior al del oro: el rodio. Una onza troy de oro se cotiza actualmente en unos 1,700 dólares, mientras que una onza troy de rodio tiene un valor de 28,000 dólares.
Los convertidores catalíticos también contienen platino, en realidad en mayor cantidad que el rodio. El platino también es muy valioso, con una onza cotizándose en más de 1,000 dólares. Pero es el rodio, de acuerdo al periódico The Washington Post, sería un gran aliciente para que los desvalijadores arranquen los convertidores catalíticos de los autos.
A un precio de 28,000 dólares, una onza troy de rodio vale más que muchos automóviles completos, si bien dentro de un convertidor catalítico solo hay unos pocos gramos de platino y menos aún de rodio.
Así, para lograr producir una onza de rodio se requeriría procesar miles de convertidores catalíticos. Con todo, dado que el precio de uno de esos equipos en el mercado de procesamiento de metales puede alcanzar decenas e incluso cientos de dólares, un robo de algunos convertidores podría redituarle buena y rápida ganancia a un ladrón. No se hará rico por el platino ni el rodio en esos convertidores pero al tratarse de una parte relativamente accesible, automóviles estacionados en exteriores donde hay poca vigilancia son en ocasiones blanco de esos ladrones.
¿Por qué el rodio es tan caro?
El Post indica que todo se debe a que actualmente existe a escala mundial un gran excedente de platino, que en años pasados se extrajo en cantidades enormes de minas de Sudáfrica, el principal productor mundial de ese metal, lo que ha hecho que su precio haya bajado por su considerable disponibilidad (una onza de platino cuesta hoy la mitad que en 2008, y eso gracias a recientes alzas).
El rodio se encuentra en los depósitos de platino y por ende la extracción de ambos metales se encuentra vinculada. Al extraerse platino se obtiene también una pequeña cantidad de rodio, y no habría manera de extraer el rodio de modo independiente. Por ello, dado que las enormes reservas de platino existentes hacen que no resulte rentable continuar extrayendo ese metal (de hacerlo su precio caería aún más) la disponibilidad de rodio, un metal mucho más escaso, se ha reducido comparativamente mucho más.
Eso y una mayor demanda de convertidores catalíticos cada vez más potentes habría hecho subir los precios del rodio (y en parte también los del platino) de modo considerable, pero aún no habría un incentivo para reanudar la extracción de esos metales a gran escala, de acuerdo al Post.
Por añadidura, la pandemia de covid-19 forzó a reducir aún más la actividad de la minería de platino en Sudáfrica.
En ese contexto, por su escasez, la complejidad de su extracción (condicionada a la del platino) y sus precios al alza, el rodio sería el metal más precioso en la actualidad. Es por ello que los ladrones, de acuerdo al Post, se sienten atraídos por los convertidores catalíticos, que podrían contener cada uno unos 400 dólares en rodio, aunque los recicladores de metales presumiblemente pagan bastante menos por esas partes, tanto porque se requiere un proceso adicional para extraer el rodio como porque ellos mismos, es de suponer, buscan ampliar su margen de ganancia.