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  Por el libro
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2 de agosto de 2021

El Vocero

La falta de mano de obra y el incremento en el costo de los materiales está afectando la viabilidad de un amplio número de proyectos en la Isla —algunos relacionados a los trabajos de reconstrucción— lo que amenaza la estabilidad de la industria.

Así lo explicó Umberto Donato, presidente del Capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de América (Agcpr).

Según sostuvo, para atraer empleados han mejorado la oferta de salario y los beneficios, lo que sumado al aumento en el costo de los materiales ha creado una inflación que está afectando varios proyectos importantes.

“La inflación está afectando muchos de los proyectos que se están sacando a subasta, como es el caso del arreglo de las columnas cortas de las escuelas, infraestructura en muelles y el aeropuerto de Aguadilla”, detalló Donato, quien puntualizó que los mejores licitadores para estos proyectos presentaron propuestas que se elevaron hasta 60% sobre el presupuesto original.

Ante este panorama, Donato indicó a EL VOCERO que no procede un ajuste al presupuesto para continuar con la construcción de las obras, sino que se cancelan en un intento por rediseñarlas o conseguir más dinero.

“El aumento dramático en el costo está haciendo que las obras no se puedan construir…”, afirmó.

El ejecutivo señaló que según el estudio Alerta de Inflación de la Construcción, que realizó la AGC a nivel internacional, el aumento del combustible diésel a nivel global registró el incremento de 114%, la madera 62%, el cobre 37%, acero 20% y el concreto prefabricado 44%. Debido al clima extremo en Estados Unidos y la alta demanda, el precio de los materiales derivados de combustible —como el PVC— ha aumentado sobre 270%.

Donato enfatizó que en la situación también influye el aumento de 35% a las tarifas de acarreo, el alza en el costo del servicio eléctrico y, entre otras cosas, el aumento en los arbitrios municipales a 10%.

“Se ha visto como una panacea la reconstrucción, que ha causado una aceleración de la inflación. En una economía como la de Puerto Rico lleva a un punto de rompimiento”, explicó.

El presidente de los contratistas entiende que lo peligroso de la situación es que la inflación se sostenga y afecte a largo plazo.

“Los materiales suben y crean inflación, pero luego caen. Pero está el alza en la mano de obra y este aumento no cae, permanece. Si el modelo económico termina con unos aumentos graves, terminaremos en una posición de no competitividad con otras jurisdicciones”, advirtió Donato.

No consiguen empleados

A pesar de la mejora en beneficios laborales que están ofreciendo, Donato recalcó que no logran conseguir la cantidad de empleados suficientes para correr las obras de construcción que ya están en proceso.

Sostuvo que necesitan 20,000 empleados y estima que harán falta 60,000 una vez vayan aprobándose los proyectos.

“Se nos está haciendo difícil conseguir la mano de obra porque prefieren mantenerse fuera del sector laboral formal, porque el salario que tendrían que recibir para igualar lo que ingresan entre las ayudas y los chivitos sería mucho más alto de lo que los patronos pueden pagar”, enfatizó el arquitecto.

Donato expuso que un carpintero en la economía informal gana de $150 a $200 diarios en efectivo, mientras que un carpintero en la economía formal tiene un salario de $15 por hora o $120 diarios, a los que se resta cerca de 30% en contribuciones para el total de $80 diarios.

“Estamos hablando de que reciben el doble fácilmente en la economía informal y, a eso se le suman las ayudas tradicionales —como salud, asistencia nutricional y vivienda— y las ayudas de pandemia. Pueden recibir entre $20,000 a $40,000 más en ayudas. Fuera de la economía formal reciben el equivalente de $60,000 a $70,000 que un patrono no puede igualar”, puntualizó el ejecutivo.