Apple confirmó que vendió más de 5 millones de iPhone 5 en el primer fin de semana de venta. Pero no todos los consumidores están felices con sus compras.
Proliferan en YouTube vídeos sobre pantallas defectuosas, con burbujas y que no responden al toque como deberían.
También se cocina una especie de ‘escándalo’, bautizado ya como ‘ScuffGate’. Sucede que la cara posterior del dispositivo tiene una terminación en aluminio, que según usuarios molestos, se raya y daña con una facilidad inaceptable.
Por ejemplo, la acción de un llavero contra el teléfono deja marcas permanentes, según se muestra en uno de los tantos vídeos.
La cara posterior del iPhone previo era una placa de cristal que, aunque se hacía añicos si se caía sin protección al suelo, se mantenía intacta ante el uso y roce inevitable con otras superficies.
El ‘ScuffGate’ es análogo al ‘Antennagate’ del iPhone 4, que surgió cuando los usuarios se percataron de que las llamadas se caían cuando agarraban el teléfono de tal suerte que la mano bloqueaba la antena.
A estas quejas de los consumidores se suma el fiasco de Apple Maps, en el que las imágenes 3D producían puentes ondulados y torres acostadas sobre el pavimento, además de ubicar aeropuertos en vaquerías, entre otras fallas documentadas en múltiples medios tecnológicos.