Este tipo de negocio requiere de mucha supervisiòn y no se puede dejar a la buena voluntad y buena fe de ellos. Si antes habìa fraude, hoy es mayor por la teconologìa, la generaciòn que se ha levantado sin valores. Tal parece que estamos en una guerra cibèrnetica. Y como siempre los consumidores, el gobienrno y Medicare somos las victimas de estas sanguijuelas. Que Dios nos ilumine y nos ayude a escoger el mejor plan.