El expresidente de la compañía, Tsuyoshi Kikukawa, declaró ante un tribunal en la capital japonesa, Tokio, que asumía toda la responsabilidad por el encubrimiento.
El escándalo salió a la luz hace casi un año cuando el sucesor de Kikukawa, Michael Woodford, planteó algunas preguntas sobre acuerdos dudosos que posteriormente se descubrió habían sido utilizados para ocultar las pérdidas.
Woodford fue despedido tras poner en cuestión las transacciones.