The Wall Street Journal
Después de dedicar años a la conquista de las telecomunicaciones en América Latina, Carlos Slim se podría estar preparando para combatir a los reguladores.
A las acciones de América Móvil, AMX.MX +0.94% la telefónica internacional del magnate mexicano, les ha tocado navegar por mares turbulentos en las últimas semanas. Varios gobiernos latinoamericanos han intensificado sus esfuerzos para estimular una mayor competencia en mercados que la empresa domina.
Brasil, por ejemplo, aprobó un plan que reduce las tarifas que las empresas de telecomunicaciones se cobran entre sí por las llamadas hechas a sus clientes. Un grupo de legisladores en Colombia, donde América Móvil controla 63% del sector de telefonía celular, presentaron un proyecto de ley que limitaría a 30% la cuota de mercado de la empresa de Slim. El gobierno argentino, por su parte, planea formar una red nacional que ocuparía 25% del espectro móvil.
En México, donde América Móvil domina 69% del mercado celular, más de 75% de las líneas fijas y 63% de los servicios de banda ancha, según el banco HSBC, HSBA.LN -0.68% el presidente, Enrique Peña Nieto, mencionó en su discurso inaugural una mayor competencia en las telecomunicaciones como uno de los 13 temas en su agenda inicial. El gobierno, por ejemplo, podría implementar normas que favorecieran a las empresas más pequeñas en áreas como las tarifas de interconexión y la combinación de servicios.
América Móvil le ha restado importancia a la amenaza que representan estas iniciativas, conocidas como regulaciones asimétricas, al decir que se han estado evaluando durante años pero que no han sido implementadas porque hacen que los clientes de la empresa líder del mercado subsidien la ineficiencia de los operadores más pequeños.
No obstante, algunas decisiones de América Móvil sugieren que está preocupada. Realizó una conferencia telefónica el 6 de diciembre para refutar un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que indicaba que la inversión per cápita en telecomunicaciones es más baja en México que en otros países del organismo, mientras que los precios son más altos. La OCDE les atribuye a los precios de las telecomunicaciones en México una pérdida promedio del "estándar de vida" equivalente a 1,8% del Producto Interno Bruto entre 2005 y 2009. El informe, que fue encargado por la Comisión Federal de Telecomunicaciones, el regulador mexicano del sector, recomienda la implementación de regulaciones asimétricas.
Los analistas dicen que la defensa de América Móvil podría restarle fuerza al informe de la OCDE. De todos modos, las recientes amenazas regulatorias podrían haber inquietado a los inversionistas. Las acciones de la empresa acumulan una caída de 10% desde la aprobación del plan brasileño el 5 de noviembre. Brasil representó casi 26% de los ingresos de América Móvil en 2011.
La acción de América Móvil no parece tan cara. En México, los títulos se transan a 5,8 veces las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, una medida conocida como Ebitda, frente a 5,4 veces en el caso de la española Telefónica. América Móvil es más rentable: sus márgenes de Ebitda alcanzaron 37,4% en 2011, contra 30% de Telefónica. La empresa de Slim, asimismo, no tiene una gran exposición a la atribulada economía de España.
No es la primera vez que México busca restringir el poderío de sus mayores empresas. La Suprema Corte de Justicia falló en 2011 que Telcel, filial de América Móvil, no podía recurrir a requerimientos judiciales para aplazar los intentos del regulador local de obligarla a reducir las tarifas de interconexión. El gobierno también le impuso una multa de US$1.000 millones y la acusó de utilizar los altos cobros de interconexión para perjudicar a sus rivales. El gobierno y la empresa, sin embargo, luego llegaron a un acuerdo sobre la multa.
Los reguladores podrían buscar un mayor equilibrio con las grandes empresas. Aunque por un lado tratan de beneficiar al consumidor, por el otro están conscientes de que no deben desincentivar la inversión en infraestructura, dice Richard Dineen, analista de HSBC.
Slim ya ha dado muestras de su capacidad para aliviar los peores temores de los inversionistas.