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Washington, 14 jun (EFE).- El índice de precios al consumo de Estados Unidos registró en mayo su mayor disminución en más de tres años, como reflejo de la caída de los precios de los combustibles, según informó hoy el Departamento de Trabajo.
Después de un mes sin inflación en abril, el IPC bajó 0,3 % el mes pasado, dejando en un 1,7 % el incremento del costo de la vida en un año y el menor desde enero de 2011. En septiembre pasado la inflación anual era del 3,9 %.
Si se excluyen los precios de alimentos y energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue de un 0,2 %, y ha sido del 2,3 % en un año.
La caída del IPC el mes pasado refleja, en gran medida, la disminución del 4,3 % en los precios de la energía, la mayor desde diciembre de 2008. Los precios de los combustibles bajaron en mayo un 6,8 %.
Los indicadores confirman la percepción de la Reserva Federal sobre la inflación en Estados Unidos, que sigue siendo muy moderada luego de más de cuatro años de la puesta en marcha de una gigantesca operación de estímulo monetario que el banco central prometió que continuará hasta fin de 2014.
El abaratamiento de la energía parece dar un poco de alivio a los estadounidenses, mientras siguen siendo modestos el crecimiento del empleo y el aumento de los sueldos.
Los responsables de la política monetaria, quienes han estado vaticinando la baja en los costos de energía por varios meses, apuntan a una inflación del 2 por ciento anual como parte de su mandato doble de mantener los precios estables logrando el máximo empleo posible.
El mes pasado durante su comparecencia ante el Comité Económico Conjunto del Congreso, el presidente de la Reserva, Ben Bernanke, dijo que el alto índice de desempleo y la debilidad de los mercados de productos "seguirán restringiendo las presiones inflacionarias".
En medio de una baja inflación, alto desempleo y las incertidumbres de los mercados financieros globales, la Reserva anticipa que mantendrá en casi cero su tasa de interés de referencia por lo menos por otros dos años y medio más, añadió Bernanke.
El bajo ritmo de inflación otorga a la Reserva Federal más espacio para continuar con sus medidas de estímulo del crecimiento económico, a fin de aliviar el desempleo que, luego tres años de concluida la recesión, sigue en el 8 por ciento de la fuerza laboral.
Otro informe del Departamento de Trabajo mostró que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo aumentó en 6.000 y quedó en 386.000 la semana pasada.
El subsidio por desempleo cubre, normalmente, hasta 26 semanas pero desde 2008 y frente a la recesión económica más profunda y prolongada en casi siete décadas, el Gobierno federal instituyó programas que han extendido el beneficio hasta por 90 semanas.
En la semana que terminó el 26 de mayo la cifra de personas que percibían algún tipo de subsidio por desempleo bajó en 145.900 y se ubicó en 5,82 millones.
Por su parte, el Departamento de Comercio informó que el déficit de Estados Unidos por cuenta corriente creció en el primer trimestre de este año a 137.300 millones de dólares, la cifra más alta en tres años.
El saldo negativo ensanchado refleja una disminución del superávit sobre ingresos y un mayor déficit en el intercambio internacional de bienes y servicios. El de enero a marzo ha sido el déficit más alto desde el cuarto trimestre de 2008.
Entre enero y marzo de 2012 el déficit por cuenta corriente fue equivalente al 3,6 % del PIB, el más alto desde el cuarto trimestre de 2008, de acuerdo con las cifras del Gobierno.
Este déficit había alcanzado al 6,5 % del PIB a fin de 2005 y se había achicado al 2,4 % en el segundo trimestre de 2009.