HOUSTON (AP) — Si la fiscalía federal logra su objetivo, el ex magnate texano R. Allen Stanford podría ser sentenciado a más de dos siglos de cárcel por birlar a los inversionistas unos 7.000 millones de dólares durante 20 años en uno de los mayores fraudes piramidales en la historia de Estados Unidos.
Los fiscales, que llamaron a Stanford un "depredador despiadado" que le robó a los inversionistas "simplemente para satisfacer su propia avaricia y vanidad", le pidieron al juez federal de distrito David Hittner que sentencie al ex multimillonario de 62 años a 230 años de cárcel, la máxima pena que enfrenta, en una audiencia a efectuarse el jueves.
Un jurado declaró culpable a Stanford en marzo de 13 cargos relacionados con fraude de un total de 14.
Los abogados de Stanford piden un máximo de 44 meses de prisión, una sentencia que podría cumplir en unos ocho meses porque ya ha estado encarcelado desde su arresto en junio de 2009.
Los fiscales también quieren que Hittner ordene que a Stanford le sean decomisados 5.900 millones de dólares, pero eso sería simbólico porque el ex magnate, ahora sin un centavo, tuvo incluso que apoyarse en abogados de oficio para que lo defendieran.
La fiscalía dijo que Stanford utilizó el dinero de los inversionistas que adquirieron certificados de depósito de su banco en la nación caribeña de Antigua para financiar una serie de empresas fallidas, sobornar a los supervisores del gobierno y darse un lujoso estilo de vida.
Los abogados defensores presentaron a Stanford como un empresario visionario que realizaba negocios legítimos.