19 de abril de 2021
SinComillas
Hace un año que el mercado laboral sufrió un golpe sin precedentes como consecuencia de la pandemia y se perdieron 112,000 empleos. La mayoría de los empleos perdidos se ha recuperado, pero en marzo de este año todavía había 36,100 empleos menos. El empleo se recupera, pero lo hace muy lentamente.
En el mes de marzo había 851,200 personas empleadas (datos ajustados estacionalmente), el nivel más bajo para un mes de marzo en 30 años. La cifra supone 2,400 empleos más que el mes previo. El mes de marzo fue mejor que febrero, cuando se añadieron 1,400 empleos, pero lejos de los 10,100 empleos que se añadieron entre diciembre y enero.
El empleo en el sector privado supone 27,200 empleos menos que en marzo del año pasado.
El empleo en el Gobierno acelera su caída, con 8,900 empleos menos que el año pasado, una caída de 4.4%, la sexta caída consecutiva.
Por sectores, las mayores pérdidas de empleo fueron en el Gobierno, con 8,900 empleos menos que en marzo del año pasado; Recreación y Alojamiento (-8,200); Servicios Educativos y de Salud (-7,700); Servicios Profesionales y Comerciales (-5,300); Información (-3,800); Comercio, Transporte y Utilidades (-2,200) y Finanzas (-1,900). El empleo sólo aumentó en los sectores de construcción (2,000) y manufactura (1,600).
La tasa de desempleo (ajustada estacionalmente) se situó en 8.8%, por debajo del 9.2% del mes de febrero.
Con empleo pero no trabajando
Uno de los efectos del COVID se observa en el aumento en el número de personas que tenían un empleo, pero no están trabajando. En mayo del año pasado había 217,000 personas en esta situación. En marzo de este año esa cifra cayó a 23,000, el nivel más bajo desde que comenzó la crisis del COVID-19.
El efecto del COVID-19 también se observa en las personas fuera del grupo trabajador que quieren trabajar. Este grupo incluye a las personas que quieren un empleo, pero no buscaron trabajo activamente en las últimas cuatro semanas o no estaban disponibles para aceptar un trabajo, por distintas razones. En marzo, el estimado de personas fuera del grupo trabajador que querían trabajar fue de 42,000 (no ajustado estacionalmente). Este grupo, que potencialmente se puede incorporar al grupo trabajador, era de 44,000 en febrero.
Tras un año de pandemia, se nota también una reducción en el número de desempleados de larga duración. De las 79,000 personas desempleadas en marzo, 22,000 han estado 15 semanas o más sin trabajo. En el mes de febrero estaban en esa situación 26,000 personas. Sin embargo, aumenta de 21,000 a 33,000 las personas que han estado desempleadas entre 5 y 14 semanas.
El año 2020 cerró con una caída de 6.4% en el empleo, la mayor en los últimos 30 años. En empleo asalariado cayó hasta 824,500, una cifra sin precedentes en los datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, cuya serie histórica comienza en 1990.