EL operativo federal contra el fraude hipotecario que culminó ayer con el arresto de 20 personas volvió a plantear que este mal sigue creciendo en Puerto Rico, provoca severos daños a la economía e impide que muchos ciudadanos puedan cumplir con su sueño de adquirir un hogar.
Por dos años, el grupo de personas acusadas y arrestadas ayer orquestó un esquema elaborado para cometer fraude hipotecario a base de someter declaraciones falsas en solicitudes de préstamo FHA e incurrir en robos de identidad y lavado de dinero.
El fraude, cuyas pérdidas estimadas ascienden a $1.4 millones con nueve préstamos hipotecarios aprobados por las instituciones financieras Equity Mortgage, Latin American Financial y Express Solution, presuntamente se llevó a cabo de 2008 a 2010.
Según las acusaciones, fue liderado por Carlos Daniel Cuevas Díaz, Miguel Ángel Echegaray González y el exbaloncelista de los Brujos de Guayama Lee A. Arcia Centeno.
“El fraude hipotecario es un mal existente y en crecimiento”, dijo ayer Joseph Campbell, director del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), luego que su agencia colaborara con la Oficina del Inspector General del Departamento de la Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD-OIG) en el operativo.
“Los esquemas de fraude hipotecario son particularmente resistentes y se adaptan rápidamente a cambios económicos y a modificaciones en las prácticas de otorgación de préstamos”, agregó.
“Permite a sus autores obtener altas ganancias a través de la actividad ilícita porque el riesgo de que se descubra es bajo”.
El director del FBI destacó además que aunque los indicadores económicos recientes reportan mejoras en otros sectores, los relacionados con fraude hipotecario, como lo son las reposesiones, precios de casas y prácticas más rigurosas de préstamos por las instituciones financieras, indican que el mercado de venta de casas está aún en malas condiciones.
Esto provee amplias oportunidades para el fraude.
El rol de Arcia
Según la fiscal federal Mariana Bauzá, quien está a cargo del caso, dentro del grupo de arrestados jugó un papel importante el otrora destacado baloncelista de los Brujos de Guayama Arcia Centeno.
Esto se debe a que Arcia fue el oficial financiero de Equity Mortgage y Latin American Financial que entrevistó a los supuestos compradores y certificó como correcta toda la documentación falsa que se entregaba para la aprobación del préstamo a cambio de una comisión.
Mientras, el abogado Jorge Paul González González presuntamente se prestó junto a Miguel Ángel Echegaray González para comprar dos cheques de gerente de $12,000 y $12,770.57 cada uno con el fin de pagar los gastos de cierre de dos préstamos hipotecarios del esquema fraudulento.
Por esta gestión, la fiscal federal Bauzá señaló que el abogado recibió el reembolso del dinero que prestó y por otra parte cobró honorarios por brindar su servicio en los cierres de los demás préstamos.
Los demás acusados fungieron como testaferros, que significa que prestaron su nombre a terceros para ellos figurar como compradores de las propiedades cuando en realidad no lo eran y lo hacían todo a cambio de dinero.
Los otros acusados fueron identificados como Carlos Luis Cuevas Díaz, Germania Gil Gil, Inmerta J. Pérez Echevarría, Sonia E. Díaz Rodríguez, Pedro Archilla Colón, Olga M. Díaz Medina, Gabriel Oliver Vázquez, Oscar Piña Fuentes, Patricia Perdomo Regalado, Norman G. Ojeda Marrero, Marleni de La Cruz Ulloa, Federico Rivas Rosario, Carlos Xavier Ortiz Olivera, Jonathan E. Rivera Santana, Nolin E. Cumba Rodríguez y Wanda Rodríguez Colón.
“Cada vez que individuos inescrupulosos se tratan de lucrar mediante el fraude hipotecario que afecta préstamos FHA, están afectando un gran programa que existe para que ciertos grupos de personas puedan adquirir el hogar de sus sueños”, dijo, por su parte, David A. Montoya, inspector general de HUD-OIG.
“El fraude hipotecario ha llevado a muchas comunidades a la ruina”.
Montoya hizo un llamado a que la ciudadanía denuncie actos de fraude o corrupción cometidos por ciudadanos, funcionarios de hipotecas, bancarios o gubernamentales y que específicamente afecten programas del Departamento Federal de Vivienda.
Ayer la magistrada federal Camille Vélez Rivé les concedió a todos los arrestados libertad bajo fianza, fluctuando entre $40,000 para el supuesto líder del esquema de fraude, Carlos Daniel Cuevas Díaz, y el mínimo de $5,000 que le impuso a otros acusados.
Once de los acusados enfrentan cargos de lavado de dinero y una alegación de confiscación de $535,048.89.
De ser encontrados culpables por el delito de brindar declaraciones falsas en las solicitudes de los préstamos, los acusados se exponen a una sentencia máxima de 30 años en prisión.
En el cargo de lavado de dinero, los acusados enfrentan penas máximas de 10 a 20 años dependiendo del cargo. Por robo de identidad la pena mandatoria mínima es de dos años de cárcel.
Perfil del autor de fraude
Campbell, el director del FBI, detalló que entre los autores del fraude hipotecario se encuentran corredores hipotecarios licenciados y no licenciados, prestamistas, tasadores, contadores, corredores de bienes raíces, abogados, desarrolladores y representantes de cuentas de bancos.
“Los autores de este delito utilizan su experiencia en industrias relacionadas con la banca e hipotecas para explotar las vulnerabilidades de la industria de la banca y llevar a cabo estos esquemas fraudulentos”, dijo. “Los autores del fraude hipotecario escogen o detectan a sus víctimas en un área geográfica definida y con características comunes”.
“Reclutan miembros de la comunidad como coconspiradores y víctimas para participar en este tipo de fraude hipotecario”, añadió.
Condiciones económicas
Varias condiciones económicas influenciadas por la originación de préstamos hipotecarios, desempleo, reposesiones, inventario de casas, venta de bienes raíces, construcción de casas y fallas bancarias, entre otras, son las que inciden en los fraudes hipotecarios.
Según informes de la industria financiera citados por Campbell, los esquemas de “rescates de reposesiones” continúan siendo una de las más grandes amenazas en la actualidad.
“Este particular esquema de rescate de reposesión fue uno de muchos esquemas utilizados por los individuos acusados en este caso”, explicó. “El análisis de la inteligencia recopilada por el FBI indica que el rescate de reposesiones fue el esquema de fraude hipotecario en sexta posición cometido en 2010, equivalente al 2% de todos los casos de fraude hipotecario comenzados en el 2010”.
Campbell puntualizó que su agencia está convencida de que el fraude hipotecario continuará siendo atractivo y que algunas personas seguirán buscando nuevos métodos para cometerlo.
“El fraude hipotecario es un negocio en crecimiento por lo que tenemos que continuar dedicándole recursos significativos”, sostuvo. “Los esquemas de fraude tienen un impacto significativo en las víctimas, el mercado de viviendas y en la economía de Estados Unidos en general”.