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  Por el libro
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11 de febrero de 2019

HolaDoctor

Un experto en sustancias tóxicas afirmó que cuatro compuestos relacionados con el cáncer, que se encuentran en enlatados, envases plásticos, cosméticos, papeles, telas y muebles, podrían estar afectándonos gradualmente.

Se trata de los disruptores endócrinos, sustancias químicas que pueden reducir el coeficiente intelectual, aumentar las tasas de infertilidad, obesidad y bajo peso al nacer.

Las hormonas son las moléculas de señalización básicas en nuestro cuerpo, toman acciones para prácticamente todos los sistemas de órganos. Los disruptores endócrinos son químicos que mezclan esas señales, contribuyendo a la enfermedad y la discapacidad“, dijo el pediatra e investigador de salud pública en NYU Langone Health, Leo Trasande.

En una entrevista con Business Insider, el experto detalló como podemos lograr que nuestra vida sea más segura frente a esta amenaza oculta.

Las 4 sustancias

A partir de estudios científicos y observaciones en sus pacientes, Trasande señaló las cuatro categorías de disruptores endocrinos que más le preocupan:

Bisfenoles

Suele encontrarse en los envases de alimentos y bebidas y en los recibos de las cajas registradoras. Este compuesto afecta el funcionamiento de nuestro cuerpo de diferentes maneras:

  • Alteran los andrógenos (hormonas sexuales masculinas), causando una reducción en los recuentos de espermatozoides.
  • Producen un aumento en la conversión de calorías en grasa en lugar de músculo, esto predispone a las personas a la obesidad.
  • Pueden aumentar las probabilidades de nacimientos prematuros y desordenar la función de la placenta.
  • Aproximadamente el 95% de los adultos de EE. UU. tienen niveles detectables de BPA.

Retardantes de llama bromados

Estos compuestos están presentes en algunas alfombras, muebles y ropa. Según detalló Trasande:

  • Pueden afectar el funcionamiento de la tiroides de una manera similar al caso anterior, modificando la forma en que el cuerpo procesa las grasas y los carbohidratos.
  • Existen estudios sobre vínculos entre el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la exposición a estos productos químicos.
  • Las concentraciones de estas sustancias químicas en la sangre humana, el sudor y la leche materna, son mucho más altas en EE. UU. que en otras partes del mundo, donde están prohibidas.

Pesticidas sintéticos

Incluyen a los que se utilizan en los alimentos o para matar insectos. Se encontró que pueden:

  • Impedir el desarrollo del cerebro y producir cambios en el funcionamiento de la tiroides de la mujer durante el embarazo.
  • Tener efectos duraderos en el desarrollo infantil.
  • Antes de que uno de estos químicos, clorpirifos, fuera prohibido en los hogares, aumentó el nacimiento de bebés prematuros más pequeños. Después de que la Agencia de Protección Ambiental prohibió su uso, los pesos al nacer se estabilizaron. 
  • Estas sustancias todavía se utilizan en la agricultura.

Productos químicos plastificantes

También llamados ftalatos, ayudan a que los plásticos sean más flexibles y duraderos. Están presentes en envases de alimentos, juguetes, lociones y cosméticos.
Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) este compuesto puede causar cáncer y otros problemas:

  • Alteran la reproducción normal y los procesos de desarrollo infantil.
  • Las mujeres tienen más químicos en sus cuerpos que los hombres, debido a los cosméticos que utilizan. 
  • Cualquier persona que coma alimentos envasados probablemente tenga ftalatos en su sistema.
  • Podría conducir a partos prematuros, lo que causaría una gran cantidad de enfermedades crónicas como diabetes, ansiedad, depresión y problemas de aprendizaje.
  • Estaría relacionado con disminuciones en los niveles de testosterona masculina.

¿Cómo evitarlos?

Muchos de los productos químicos en la lista de Trasande permanecen en el cuerpo por horas o días, por lo que nunca es demasiado tarde para reducir su exposición. Por ello, el autor compartió algunos consejos:

  • Comer menos alimentos enlatados y más productos frescos. 
  • Evitar los recibos en papel.
  • No utilizar recipientes de plástico en el microondas ni colocarlos en el lavavajillas.
  • Incorporar alimentos ricos en yodo a la dieta, incluidos mariscos, productos lácteos y arándanos. 
  • Buscar cosméticos “libres de ftalatos”.
  • Optar por fibras naturales resistentes a las llamas, como la lana, en lugar de ropa, alfombras y muebles tratados químicamente.
  • Renovar el aire fresco de la casa.