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  Por el libro
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ABC.es

La Policía Nacional ha detenido a siete búlgaros (cuatro hombres y tres mujeres) acusados de estafar mediante la clonación de tarjetas a un número importante de personas. Se les han intervenido 25 dispositivos de «skimming», aparatos que colocaban en cajeros automáticos para copiar las bandas electrónicas de las tarjetas y los números secretos, mediante pequeñas cámaras colocadas en los dispensadores de dinero.

La operación «Volga» ha sido realizada por la Sección de Medios de Pago de la Comisaría General de Policía Judicial. Un mando ha explicado a ABC que la investigación arrancó en abril pasado, cuando se detectó que un búlgaro con antecedentes por hechos similares recibía un paquete sospechoso desde su país en el que había diversos dispositivos de «skimming».

La receptora era una compatriota, también detenida en la operación, que participaba en el laboratorio clandestino que tenían en un trastero que le había prestado el propietario de una vivienda de Madrid, que desconocía los hechos.

Los encartados volcaban la información de las tarjetas en otros plásticos, con los que elaboraban nuevas en el laboratorio clandestino, en apenas media hora. Luego sacaban con ellas dinero de los cajeros automáticos o las reenviaban a México, donde compraban en centros comerciales ropa y material electrónico. Parte de estos bienes los disfrutaban los miembros del clan y otra parte la revendían en el mercado negro.

La Policía Nacional advierte a los ciudadanos de que, en caso de que hallen un dispositivo extraño en un cajero o vean un pequeño agujerito desde el que podrían estar grabando con una cámara, deben ponerlo en conocimiento de la entidad bancaria o de los propios agentes.