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El Financial Times publica un interesante editorial rubricado por Martin Feldstein, profesor de Economía de la Universidad de Harvard y uno de los más famosos críticos del euro, donde se pone de manifiesto que una depreciación de la moneda europea podría salvar a España y a Europa de ahogarse en la marea de problemas que truenan sobre el viejo continente. ¿Debe España dejar el euro?
"El euro ha caído en el último año un 15% en relación con el dólar estadounidense", indica Feldstein. "Si cayera un 15% más, casí alcanzaría la paridad con la moneda estadounidense y seguiría situándose un 20% por encima de su mínimo histórico de 84 centavos de dólar", añade.
En este contexto, "un valor más bajo del euro reduciría los precios de las exportaciones de la Eurozona y elevaría el coste de las importaciones" algo que reduciría o elminaría los déficit por cuenta corriente de los países periféricos de Europa, señala el editorial. Cabe recordar, para entender este punto, que aproximadamente la mitad del comercio de los países periféricos es con países fuera de la zona euro.
Es por ello que, además, la debilidad del euro también podría impulsar las exportaciones netas de Alemania, aumentaría los salarios alemanes así como los precios en el país germano y reduciría el desequilibrio comercial en la zona euro.
Feldstein indica que el aumento neto de las exportaciones en los países periféricos tendria un efecto positivo sobre su Producto Interior Bruto (PIB), ya que corregiría en cierta forma las recesiones causadas por el aumento de los impuestos y los recortes en el gasto del gobierno.
En este contexto sería más fácil políticamente hablando lograr las consolidaciones fiscales necesarias. Al mismo tiempo, el paso de una recesión al crecimiento aumentaría los ingresos empresariales y el empleo, además de reducir el volumen de créditos morosos e impagos de hipotecas que sufren los bancos, algo que reducirá sus pérdidas y facilitará su recapitalización.
Feldstein indica que el continuo descenso del euro refleja la percepción del mercado de que la zona del euro podría desintegrarse. Los inversores no dudan en recordar la rapidez con la que una moneda puede caer, indica el profesor de Harvard al recordar que el euro cayó casi un 30% frente al dólar en aproximadamente un año y se redujo en un 25% frente a la libra británica durante los seis primeros meses de 2008.
Es por ello que el descenso del euro puede ocurrir sin una acción específica por parte del Banco Central Europeo. Aún así, Feldstein recomienda un nuevo cambio de política por parte del BCE que fomente una política monetaria "más laxa" que acelere de forma controlada la bajada del euro.
Además, el profesor cree que no habría grandes problemas con EEUU, ya que si bien se vería afectado por la mejora de las exportaciones europeas, el impacto en su economía sería relativamente pequeño, ya que el comercio con la Eurozona no llega a suponer el 5% del PIB de EEUU. Por ello, asegura que no hay razón para esperar una reacción de Washington, quien por otro lado tiene pocas armas a su disposición (ya bajó los tipos al 0% y se embarcó en políticas de estímulo monetario).
Tras exponer su tesis, Feldstein deja claro que como indicó hace 20 años, "la imposición de una moneda única en un grupo heterogéneo de países fue un error". En este sentido explica que Europa no tiene el tipo de movilidad geográfica y las transferencias automáticas entre los países ricos y pobres que permiten a EEUU operar con una moneda única. Sin embargo, mientra que "la creación de la zona del euro fue un error económico", la disolución actual de la moneda única "sería muy costoso para los gobiernos, los inversores y los ciudadanos".