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/ Foto por: Archivo |
El Nuevo Herald
Poco después que se encontró casi hundido el yate del magnate de los seguros Nicolás Estrella, quien reside en Key Biscayne, una maestra de escuela de Miami-Dade reveló que su novio le contó un secreto: él y un amigo de paseos en bote robaron la embarcación y la hundieron “por el dinero del seguro”.
Lorene Bariso agregó que su novio, Roberto Figueredo, le contó que le iban a pagar $100,000 por hundir a propósito el yate de lujo de Estrella, el Star One, en el 2009. Pero también afirmó que Figueredo, un veterano capitán de embarcaciones que había trabajado de forma intermitente para Estrella, no reveló quién le iba a pagar por el trabajo.
“Le pregunté, ‘¿por qué haces eso, y cómo van a explicar ellos lo del barco desaparecido?’”, declaró Bariso en una deposición civil en la batalla legal de Estrella para cobrar un reclamo al seguro ascendente a $3 millones por la pérdida de su yate de marca Azimut, de 85 pies.
“Ellos lo reportaron como robado”, recordó Bariso que le dijo Figueredo.
Esta es la historia de cómo Nick Estrella —un magnate multimillonario de los seguros— se ha visto enredado en el robo de su propia embarcación.
El caso ha producido dos dramas legales, que se han desarrollado simultáneamente. Uno es una batalla en una corte civil por la póliza de $3 millones. El otro es una acusación criminal, que no involucra a Estrella y se trata de un robo en mayor cuantía. Nadie que pudiera tener un conocimiento de primera mano de lo que en realidad sucedió y por qué está hablando, al menos hasta ahora. El hombre acusado de robar el yate y su supuesto cómplice han indicado ambos su intento de apelar a la Quinta Enmienda que protege contra la autoincriminación.
Bariso llevó en su auto a Figueredo y a su compañero de tripulación al muelle de Estrella en Key Biscayne el 3 de mayo del 2009, cuando desapareció la embarcación. La maestra se ha convertido en un testigo clave en el caso civil federal que enfrenta a Estrella contra la aseguradora de su yate, así como en la investigación criminal estatal durante la que fue arrestado Figueredo el mes pasado.
Estrella, fundador de una importante compañía de seguros de autos en Miami que lleva su nombre, ha negado enérgicamente cualquier papel en el robo o en haberle pagado a Figueredo desde el 2009, con la excepción de haberlo compensado monetariamente por un viaje de pesquería a Puerto Rico. También ha dicho que no cree que Figueredo haya robado su embarcación.
“En resumen: en ningún momento nadie ha dicho jamás, bajo juramento o de otra manera, que Nick Estrella tiene algo que ver con el robo de su propia embarcación”, manifestó uno de sus abogados, Robert Burlington. “Esa es la única verdad en este asunto. Donde la teoría se pone a prueba, no hay una sola persona que diga: ‘Nick Estrella me enredó en esto’”.
“Recientemente, el caso civil de seguros, que se suponía que iba a juicio a principios de este mes, tomó un giro dramático. Figueredo, junto con su supuesto cómplice Eric Mackenzie, y otro amigo de paseos en bote implicado en el robo, José Caballero, manifestaron todos que esperan invocar la Quinta Enmienda si se les llama como testigos, de acuerdo con los abogados involucrados en el caso.
Los tres hombres, que son desde hace mucho tiempo compañeros de viajes en bote desde Key Biscayne y se les citó a testificar, han negado en deposiciones antes del juicio cualquier participación en el robo. La aseguradora del yate, Federal Insurance Co., los acusa a su vez de mentir.
De acuerdo con los abogados de Federal Insurance y los investigadores estatales de fraude a los seguros, el yate de Estrella fue tomado de su muelle en Key Biscayne y abandonó parcialmente sumergido en las aguas más profundas de las Bahamas, con sus compartimientos y puertas abiertas para que entrara el agua, y los tubos de flotación cortados o desinflados. Sus mangueras también estaban cortadas y una portezuela de acceso fue abierta para permitir la entrada del mar.
Los abogados de Federal Insurance mantienen que el hundimiento de la embarcación cerca de la Isla Andros, donde se recuperó y fue remolcada de vuelta hacia Miami, no fue un accidente. Agregaron que Estrella había perdido su interés en Star One y que su yate no estaba en estado óptimo, mientras luchaba por venderlo.
Los abogados de la aseguradora sugirieron además un motivo posible: Estrella sufrió supuestamente un revés de fortuna durante la recesión. Una sucursal financiera de Estrella Insurance Co. debía $16 millones de una línea de crédito al Banco Wachovia en el 2009. La sucursal posteriormente pagó la deuda.
Abogados federales citaron además la declaración personal de impuestos de Estrella del 2009, que muestra un ingreso bruto ajustado de $1.31 millones, por debajo de los $2.9 millones el año anterior y los $4.8 millones del 2007, según documentos judiciales.
Su abogado, Burlington, indicó que ni Estrella ni su negocio tenían problemas financieros, al señalar que Estrella, de 60 años, está ahora retirado con un patrimonio personal neto de más de $100 millones.
Sea cual fuere el motivo, los investigadores no han encontrado ninguna prueba que conecte directamente a Estrella con el robo de su propio barco.
Esto es lo que se sabe: los archivos muestran que Caballero declaró a detectives de fraude de seguros que había recogido a Figueredo y a Mackenzie después de que ellos supuestamente hundieran el barco, lo cual contradice su testimonio en una deposición anterior por lo civil. Caballero presentó recientemente documentos judiciales para renegar de partes de su deposición, admitiendo que contenía docenas de “falsos testimonios”.
Esta revelación fue una verdadera bomba, que ha retrasado el juicio por lo civil y provocado la pesquisa de fraude. “Nuestra investigación del hundimiento del barco continúa”, afirmó Ed Griffith, portavoz de la fiscalía estatal de Miami-Dade.
Estrella, no obstante, se mantiene firme del lado de su empleado y amigo de mucho tiempo, Figueredo.
Estrella aseguró en su deposición que conoce a Figueredo hace años, y que lo había contratado anteriormente como capitán de uno de sus barcos, pero no del Star One. Agregó que se reunía con él en su mansión mediterránea de Key Biscayne y su finca en Immokalee. Para la fiesta del Día de Acción de Gracias del 2009, meses antes del robo del yate, Figueredo le trajo un pavo de regalo a Estrella.
En la deposición por lo civil del año pasado, Estrella admitió haber dado $10,000 a un amigo para que los donara al abogado de la defensa de Figueredo en el caso por lo criminal de la División de Fraude de Seguros del estado.
“Sí, yo di a mi amigo $10,000 para ayudarlo a contratar a un abogado”, señaló Estrella, y añadió que lo hizo porque estaba siendo “incriminado” por Bariso, la ex novia de Figueredo, y por Federal Insurance Co.
Estrella, Figueredo y MacKenzie han presentado a Bariso como una mujer mentirosa y despechada. Estrella ha dicho que estaba en su rancho de Texas cuando se enteró por su hijo, un abogado que dirige ahora el negocio de seguros de la familia, de la desaparición del Star One. Agregó que pidió de inmediato a su hijo que llamara a la policía de Key Biscayne para reportar el robo.
Pero cuando Estrella presentó su reclamación de pérdida por $3 millones, su aseguradora se negó a pagar, lo cual llevó a una demanda por ruptura de contrato. En respuesta, Federal Insurance Co. acusó a Estrella y a Figueredo de conspirar para hundir el barco y estafar a la compañía, preparando el terreno para la demanda por lo civil que debería haber empezado el pasado lunes.
Abogados de Estrella y Federal Insurance pidieron a la jueza federal de distrito Kathleen Williams que pospusiera el juicio, según una transcripción de su conversación del 1ro. de junio.
Se reveló en la conversación privada con la jueza que detectives de la división estatal de fraude de seguros habían tratado recientemente de interrogar a Estrella por primera vez.
“Como abogados suyos, naturalmente le hemos aconsejado que tiene que hacer las cosas por orden, de modo que estamos solicitando en aras de la justicia que el caso [civil] continúe hasta que se resuelva la investigación criminal”, indicó a la jueza otro de los abogados de Estrella, Jeffrey Crockett.
El factor imprevisible más preocupante para Estrella en estos momentos es lo que podría decir su ex capitán de barco Figueredo sobre lo que condujo al robo del barco hace tres años. El abogado de Figueredo, Jorge Calil, no respondió llamadas en busca de comentarios.
Caballero es además un testigo significativo. El año pasado, aseguró en su deposición por lo civil que no tenía conocimiento de primera mano alguno de lo ocurrido con el yate de Estrella, y negó haber ayudado a Figueredo. Pero en un documento presentado recientemente ante los tribunales federales, Caballero se retractó de partes de su testimonio, admitiendo que había 65 “falsos testimonios” en su deposición civil de 64 páginas dada en mayo del 2011.
Caballero admitió luego a detectives de fraude de seguros que había recogido en alta mar a Figueredo y a MacKenzie luego de que ellos supuestamente habían echado a pique al Star One. Según una acusación criminal, “el señor Caballero declaró que estaba furioso de que el señor Figueredo lo hubieran implicado a él y al barco de su jefe en este delito, y declaró que nadie dijo una palabra en todo el viaje de regreso a Miami”.
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