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/ Foto por: El Vocero - archivo |
Doctorshoper
El pasado viernes 30 de octubre de 2015 realizamos en Canóvanas el 10mo Congreso del Consumidor dedicado a las personas de la edad de Oro. Nosotros en www.doctorshoper.com teníamos una noción del deterioro económico que experimentan nuestros viejos dentro de la crisis económica que se vive en Puerto Rico pero jamás nos imaginamos la magnitud de la misma.
La explotación financiera se ha llamado “el crimen del siglo XXI” por un estudio que sugiere que los adultos mayores en los Estados Unidos perdieron al menos $2.9 mil millones como resultado de la explotación financiera por parte de un amplio espectro de perpetradores en 2010.
No es lo que uno oye en los medios de comunicación, es escucharlo uno mismo de frente a esa realidad. Ver como personas que dieron toda su juventud al país, el país es irresponsable ante ellos.
Escuchar como nuestros viejos son esquilmados de sus dinero por cuanto buscón/estafador súbitamente aparece a través de una pauta publicitaria en una estación de radio y/o televisión anunciando cuanta porquería de ungüentos, colágenos, fajas de rebajar y hasta supuestos remedios y que milagrosos con células madres.
Oír como a un viejo le dieron un tumbe de sobre $1,000 de una supuesta oferta de un frasco y dos gratis de supuestas pastillas de células madres con la esperanza de que su condición de parálisis parcial se mejorara, algo que nunca sucedió. Aprovechándose del deseo de los mayores de parecer (y sentirse) más jóvenes, los estafadores pueden crear productos o remedios inútiles contra la edad que no detienen el proceso de envejecimiento y ni siquiera ocultan los efectos del envejecimiento.
Ver a esta viejita llegar al Coliseo de Canóvanas para ver cómo podía enfrentar un aumento súbito e inesperado de su factura de servicio de televisión por satélite y cómo salir de ese gasto ya que el dinero de su pensión no le da.
También nos trajeron a nuestra atención situaciones tales como la venta casa por casa de unos filtros de agua que al final le terminan cobrando casi mil dólares cuando nunca le dijeron cuál sería el costo final. El ofrecimiento de bajar su factura de teléfono cuando en varios días recibe un “modem” con un servicio de internet que no solicitaron y que desconocen cómo se usa el mismo.
Ver cómo clavan a nuestros viejos con los precios actuales de un cilindro de 100lbs de gas licuado cobrándoles sobre $90 cuando el precio del mercado mundial al momento de este escrito está en un 52% menos versus el mismo periodo del año anterior.
Otra situación que nos indicó que les está pasando con mucha frecuencia es la de cobradores inescrupulosos. Te llama un falso cobrador de deudas. Quiere cobrar una deuda que (supuestamente) usted no pagó. Te piden que transfieras dinero, envíes una tarjeta prepagada o que proporciones tu número de tarjeta de crédito de inmediato. ¿Y si no lo pagas o no puedes pagarlo? Comienzan las amenazas y la persona se desespera.
A menos que hayas actuado como cosignatario de un préstamo, nunca serás responsable de la deuda de otra persona. De hecho, los cobradores de deudas legalmente no pueden informarte ni siquiera que otra persona (ni nadie) tiene una deuda. Si recibes una de estas llamadas, detente. No te apures a enviar dinero. No verifiques ninguna información personal o financiera. Y cuelga si la persona que llama te amenaza. Los cobradores de deudas no pueden hacer eso. No es legal.
Las personas mayores deben tener mucho cuidado con estas y otras modalidades de estafa a ancianos ya que son víctimas predilectas de estafadores. Recomendamos que antes de pagar por cualquier donación, producto o servicio, las personas mayores consulten con sus cuidadores o familiares para cerciorarse de su legitimidad.
Pero lo que botó la bola fue la situación abusiva que viven de parte de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados que a pesar de vivir en una zona de racionamiento extremo sus facturas de agua son inmanejables.
Escuchar como estos estafadores hacen fiesta en el País con nuestros viejos es denigrante para una sociedad que se las “guilla” de ser cristiana.
Ver como personas jóvenes se burlan de nuestros viejos con el único propósito de lucrase de los mismos sin darse cuenta que también ellos llegarán a viejos.
Esta epidemia permanece desapercibida. Los casos tienden a ser muy complejos y pueden ser difíciles de investigar y llevar a juicio. Los adultos mayores que han perdido los ahorros de toda la vida por lo general tienen poca o ninguna oportunidad de recuperar lo que han perdido. La explotación financiera de adultos mayores puede dar lugar a la pérdida de la capacidad de vivir de forma independiente, el deterioro de la salud, la desconfianza y la ruptura de las familias.
Por otro lado, sentir como estas personas, muchas profesionales, debido a su difícil situación económica, se han embrutecido cuando en sus años de juventud eran listos y despiertos.
Si Puerto Rico quiere salir de esta crisis debemos de emular a países como Japón donde el respeto por las personas envejecientes es parte de su idiosincrasia. No podemos olvidar que Japón de ser un país casi destruido por dos bombas atómicas años después se convirtió en una potencia económica donde los viejos viven con dignidad y respeto.
Al Puerto Rico convertirse en un país con una población envejeciente es responsabilidad de las entidades gubernamentales correspondientes velar que nuestros viejos se respeten.
El no hacer nada por parte de las autoridades de ley y orden contra esa jetrajila de tumbólogos se convierten en cómplices de esos esquemas.
Por otro lado, usted envejeciente no sea como Canuto, que mientras más viejo más bruto.