29 de abril de 2020
El Vocero
Las flores que usualmente tienen salida en el periodo previo al Día de las Madres las están encontrando los consumidores directamente en los viveros y fincas, donde se ha registrado un aumento en la demanda de plantas ornamentales y para huerto casero, no solo para obsequiar.
Al parecer son muchos los amantes de las plantas y las flores que están utilizando la belleza de la naturaleza para sentirse mejor en medio del encierro de la cuarentena por el Covid-19, entretenerse y embellecer los espacios de su hogar. Esta ha sido la respuesta que ha visto el agrónomo Edgardo Castillo, gerente de Plantas Tropicales de Puerto Rico, quien explicó que acaban de abrir su negocio debido a las constantes llamadas de sus clientes pidiendo comprar plantas.
“Nos dieron un permiso de Agricultura Ornamental del Departamento de Agricultura para vender ‘carry out’, atendiendo a una sola persona a la vez, con mascarillas y todas las medidas de seguridad. La gente nos llamaba todos los días y venían a preguntar si estábamos vendiendo. Recién abrimos la finca, pero no pueden entrar. Atendemos los pedidos por teléfono y por cita”, comentó.
Los clientes de la finca ubicada en Aibonito y Cupey —con centro de distribución en Río Piedras, en la entrada de Caimito— están apoyando a este sector comercial que se ha convertido en una opción para mejorar el entorno de patios y terrazas, que son más usados estos días por las familias.
“No se están vendiendo los materiales de ‘landscaping’, pero sí están buscando mucho las plantas para los huertos caseros, tierra y abono. La gente quiere seguir sembrando. También se están vendiendo las flores como las hortensias y lirios cala, que se mueven mucho para las madres. Las plantas ornamentales le dan tranquilidad a mucha gente que busca alternativas para entretenerse en su casa”, indicó Castillo.
Lo que resiente el agrónomo —quien informó que las grandes cadenas también están haciendo sus órdenes de flores y plantas para huerto casero— es que ya no podrá dejar a las personas de la tercera edad merodear por las instalaciones a disfrutar de los jardines, por las medidas de seguridad para evitar los contagios con coronavirus.
“Nos visitaba mucha gente mayor que le gustaba caminar y pasear por el local. Eso ya no se va a poder por la seguridad de los clientes y empleados”, dijo el gerente de la empresa, que actualmente trabaja con la mitad de su plantilla, que en tiempos normales es de 31 empleados.
Cambio positivo en la demanda
En la finca Girasoleo, en Carolina, también hay incremento en la venta de flores, plantas ornamentales y para huerto casero. “La venta de flores había bajado mucho, pero ahora comenzó a moverse. Tenemos un vivero de flores como los girasoles, rosas, margaritas, zenias, suculentas, amapolas y hasta cactus. También se están vendiendo las plantas ornamentales. La gente está ‘ensorrá’ y ‘enfiebrá’ sembrando y haciendo sus huertos caseros”, explicó Erick Cortés, propietario de la finca ubicada antes del vertedero de Carolina.
Entre los pedidos que les están haciendo están las cajitas con diferentes productos que incluyen desde flores, plantas, frutas y verduras, que también son producto de las cosechas de esta finca reconocida por su siembra de girasoles.
“Ya están pidiendo las cajas. La gente viene y eligen los productos. Nos estamos reinventando con las flores y con otros productos de la siembra como parcha, papaya, coco, recao, yuca, batata, etc. Ahora estoy trabajando yo con un solo empleado, pero en tiempos normales me ayudan entre 20 y 30 jóvenes que son voluntarios. Soy misionero y por eso otros misioneros y jóvenes me ayudan”, indicó.
Estrategias comerciales
En los viveros del País —como es el caso de Plantas de Caparra, con jardines y viveros en Guaynabo y Caguas— la situación es diferente porque aunque comenzaron a vender las plantas, es muy poco el ingreso.
“Vengo a regar las plantas en las mañanas, lo que ha sido muy difícil con el toque de queda, porque hay que mantenerlas a diario. Estoy trabajando con mi socio, sin los empleados. Mientras estoy aquí tomo las ordenes por teléfono, los pagos con ATH Móvil y voy despachando las plantas. Atiendo como a ocho clientes al día en lo que volvemos a una cierta normalidad”, comentó María Teresa Suárez, copropietaria de Plantas Caparra.
Como en las fincas, los clientes que llaman a la empresa buscan alternativas para sus huertos o jardines, entre ellas flores como la hortensia, los lirios, Isabel Segunda, playera miniatura y orquídeas.
“Las personas buscan terminar su jardín y también piden tierra y piedra. La gente está desesperada en su casa buscando qué hacer, mientras que los ‘landscaping’ están detenidos. No dejo entrar a las personas, y si no saben el nombre de la planta que quieren cuando llaman, les pido que me envíen una foto. Tengo que decir que este es un nuevo Puerto Rico, en el cual la gente se ha vuelto muy amable y agradecida cuando la atendemos”, concluyó la empresaria.