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  Por el libro
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El Vocero

Al entrar en vigor en enero las nuevas regulaciones federales que restringen la capacidad prestataria de los consumidores para comprar una vivienda, ya se anticipa un alza en los alquileres en la Isla que podrían superar un 15%, sostuvo Ivette Pasarell, presidenta de la Asociación de Arrendadores de Bienes y Muebles.

La también corredora de bienes raíces, sostuvo que esta imposición federal, unida al reciente fallo de cese y  desista contra la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que los obliga a instalar el servicio aunque el inquilino previo haya dejado una deuda en una propiedad, entre otros factores, contribuirán al crecimiento de los alquileres.

Pasarell aseguró que en la Isla existe inventario suficiente para cumplir la demanda, a la vez que representa una oportunidad para muchas familias de tener un hogar idóneo  en un lugar seguro a un precio que pueden costear, pero que no pueden comprarlo.

 

“Muchos arrendadores han optado por mejorar sus propiedades y arrendarlas hasta por debajo de su pago mensual, como una estrategia para poderlas mantener. La oferta es una variada, que puede ir desde los $550 hasta los $800 acorde con la localidad de la misma”, afirmó Pasarell.

Sin embargo, la ejecutiva fue enfática en que todavía existen elementos que dificultan la industria. Mencionó la Ley de Desahucio, la cual entiende todavía es demasiado lapsa y condona amplio tiempo de permanencia del inquilino en la propiedad mientras el arrendador cubre gastos sin residir en la misma. Indicó que hay un proyecto en la Cámara que persigue fortalecer dicha ley y reducir marcadamente el tiempo que tiene el inquilino para abandonar la residencia.

A ello sumó,  que el alza en el costo de las utilidades y la merma de un 20% en el pago por alquiler de Sección 8, ha imposibilitado el arrendamiento de propiedades con utilidades incluidas, ya que el pago no cubre los gastos. “Todavía hay mucho trabajo por realizar, pero existe un mercado de inquilinos  con más alternativas. Hay mucho y buen inventario de propiedades para alquiler a precios muy razonables y accesibles a las diversas necesidades de los consumidores puertorriqueños.”

Enfatizó, que se ha ampliado el inventario producto de la emigración de muchos puertorriqueños, quienes con la esperanza de regresar a la Isla mantienen sus propiedades alquiladas, lo cual les protege la propiedad a la misma vez que se paga sola.