4 de febrero de 2016
Metro
La “crisis humanitaria” que pronosticó para Puerto Rico el consejero del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Antonio Weiss, si el Congreso no le otorga una herramienta al país para salir de la recesión la están viviendo actualmente las miles de familias puertorriqueñas que pierden sus hogares.
Estadísticas presentadas ayer por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) indican que el 2015 fue el segundo año con el mayor número de reposesiones hipotecarias.
La cifra más alta se registró en el 2013, con 4,207 propiedades reposeídas.
Aunque el número descendió a 3,680 en el 2014, la OCIF indicó a Metro que en el 2015 la cifra de ejecuciones hipotecarias aumentó a 4,123.
Las estadísticas recopiladas por la OCIF durante todo el año pasado también revelan que, de las 40,375 propiedades que sobrepasan los 90 días de retraso en el pago, 20,515 hipotecas están en vías de ser ejecutadas por los bancos.
De acuerdo con Ariel Acosta, analista de la OCIF, el aumento en la migración, la falta de empleo y la “caída en el valor de las propiedades” son los principales factores que propician el aumento en las reposesiones de hipotecas, acción que está obligando a muchos a mudarse con familiares.
“La gran mayoría de las personas que pierden sus hogares no se van a casas alquiladas, se van con sus padres o hermanos”, indicó a Metro Ivette Pasarell, presidenta de la Asociación de Arrendadores de Bienes Inmuebles.
Esta situación, asegura, está afectando el mercado del alquiler casas.
“Propiedades de $600 al mes, que antes se alquilaban en menos de una semana, han sido bajadas de precio por sus dueños y, aun así, tardan meses en rentarse”, arguye la también realtor.
Expresa, además, que muchas de las quejas de los arrendatarios son que los inquilinos les están entregando las viviendas con deudas de hasta tres meses como consecuencia, asegura, de la pérdida de ingresos.
“Entregan las casas, se van con un familiar por un tiempo y después se van [a Estados Unidos]”, afirma Pasarell, quien afirma que la migración es otra situación que “está matando” el mercado de las bienes raíces en el país.
En los últimos dos años la migración de boricuas hacia Estados Unidos se ha incrementado de forma dramática y se espera que aumente aún más dada la inestabilidad financiera que experimenta el gobierno ante el rechazo de miembros del Congreso de otorgarle a Puerto Rico herramientas para reestructurar su
deuda pública.