El Nuevo Herald
Una cadena de clínicas de salud mental con sede en Miami que facturó al Medicare cientos de millones de dólares por psicoterapia, estaba corrupta de arriba a abajo, incluyendo una red de médicos asociados, psicólogos y otros actualmente sometidos a juicio en una corte federal, dijo una fiscal el miércoles durante las declaraciones de apertura.
“Todo fraude se basa en una apariencia de legitimidad”, dijo Jennifer Saulino, abogada del Departamento de Justicia, a un jurado de 12 personas en la corte federal de Miami. “La evidencia demostrará que trabajaron duro para hacer que este esquema pareciera legítimo”.
Y así comenzó uno de los mayores juicios del país por fraude en la atención médica, en el que siete acusados ??que en su mayoría trabajaban en el lado profesional de American Therapeutic Corp., fueron presentadas como ladrones comunes que estafaron al programa de Medicare, financiado por los contribuyentes.
Los fiscales dijeron que el complejo esquema permitió a American Therapeutic facturar al gobierno federal $205 millones por sesiones de terapia de grupo, supuestamente para tratar a miles de pacientes que, según dicen los fiscales, falsificaron depresiones, esquizofrenia o trastornos bipolares. Muchos de ellos también sufrían de demencia y enfermedad de Alzheimer, y no podían haberse beneficiado de los tratamientos, dijeron los fiscales.
Por su parte, el Medicare, conocido por su débil control de las reclamaciones, pagó a la cadena de siete clínicas $83 millones desde el 2003 hasta el 2010, cuando agentes del FBI y de Salud y Servicios Humanos la cerraron. Un ex enfermero de American Therapeutic había advertido sobre lo que estaba ocurriendo.
Entre los siete acusados ??hay dos médicos de experiencia: los psiquiatras Mark Willner, de Weston, y Alberto Ayala, de Coral Gables, directores médicos de American Therapeutic Corp. Están acusadas de alterar los diagnósticos y los prescripciones de medicamentos de miles de pacientes para hacer aparecer que éstos calificaban para sesiones de terapia de grupo, de modo que el Medicare pagara las cuentas fraudulentas.
“Lo que ustedes van a oír es que estos dos médicos nunca estaban allí [en las clínicas], excepto para firmar documentos”, dijo Saulino, y agregó que “firmaron los expedientes de los pacientes una y otra vez”.
Sin embargo, sus abogados defensores pintaron un cuadro totalmente diferente sobre los médicos, diciendo que la parte comercial de American Therapeutic —entre ellos cuatro altos ejecutivos que ya han sido condenados por fraude al Medicare— mantuvieron a los médicos en la ignorancia de lo que sucedía.
Los ejecutivos colaboraban para reclutar a pacientes de residencias de vida asistida y centros de reinserción mediante el pago de sobornos a los operadores de las residenciales con sobres llenos de efectivo. Después asesoraban a los pacientes sobre cómo fingir enfermedades mentales para engañar a los médicos, dijeron los abogados de la defensa.
“Cuando el doctor Willner trabajaba en American Therapeutic, no sabía que el fraude estaba ocurriendo”, dijo el abogado Sam Rabin a los miembros del jurado. “El Dr. Willner fue una de las personas a las que se les ocultó el fraude”.
Rabin dijo que Willner trabajaba a tiempo parcial en dos clínicas de American Therapeutic en el condado de Broward , visitándolas una vez o dos veces por semana y relacionándose con sus equipos de enfermeros psiquiátricos y otros miembros del personal.
El abogado defensor de Ayala, José Quiñón, dijo que su cliente trabajaba a tiempo parcial en la clínica principal de American Therapeutic, en el downtown de Miami, visitando las instalaciones una vez por semana.
Quiñón dijo que el médico no estaba al tanto de la corrupción que tenía lugar entre los principales ejecutivos de la compañía.
Tanto Quiñón como Rabin dijeron a los jurados que escucharan con escepticismo a los testigos clave del Departamento de Justicia, especialmente a la ex directora ejecutiva de American Therapeutic, Marianella Valera, que había sido novia del otrora dueño de la compañía, Lorenzo Durán.
Se espera que Valera, que está cumpliendo una condena de 35 años, testifique que ella pagó personalmente un soborno a Ayala para llevar pacientes a American Therapeutic.
Otro testigo crucial del gobierno es la ex directora de marketing de American Therapeutic, Margarita Acevedo, quien está cumpliendo una condena de 7 años y medio de prisión tras declararse culpable a principios del caso.
Quiñón dijo que Acevedo era la “pagadora”, que repartía millones de dólares lavados a los reclutadores de pacientes, los operadores residenciales y los pacientes. También se espera que Acevedo testifique que ella también pagó personalmente a Ayala por referir a los pacientes.
Desde que American Therapeutic fue cerrada en octubre del 2010, 35 personas ??han sido acusadas ??en el caso, y la mayoría se han declarado culpables. El año pasado, un tercer médico, el psiquiatra Alan Gumer, de Tamarac, se declaró culpable, aceptando la responsabilidad de más de $19 millones en facturas falsas presentadas por las clínicas.
Gumer, que encara una condena de entre seis y siete años de prisión en su audiencia de sentencia en junio, es probable que sea un testigo formidable frente a los veteranos abogados de la defensa. “Van a oír de él la forma en que falsificó estos expedientes (de los pacientes), y cómo vio a estos dos médicos (Willner y Ayala) hacer esto también”, dijo Saulino, la fiscal. También están sometidos a juicio Vanja Abreu, Lydia Ward, Nichole Eckert, Hilario Morris y Curtis Gates.
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