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  Por el libro
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Chillo Fresco

El Nuevo Dia

La secretaria del Departamento de Agricultura, Myrna Comas, instó hoy a los ciudadanos a consumir los productos del mar que obtienen a diario los pescadores puertorriqueños, a quienes se comprometió a respaldar para que logren mejores condiciones laborales.

"La pesca es uno de los ejes importantes para la seguridad alimentaria de nuestro pueblo", dijo Comas al exhortar a los consumidores a comprar el producto fresco de los pescadores boricuas, en lugar de optar por los congelados e importados que se venden en los supermercados.

La funcionaria observó que en muchos negocios se anuncia pescado "fresco" siendo importado de Asia, "un producto que tardó meses en llegar" aquí y que compite "de forma injusta con el producto local".

 

 

Al prometer gestiones que ayuden a transformar la industria pesquera, Comas reconoció en conferencia de prensa que urge "promover que el consumidor se sienta seguro de comprar el pescado de nuestro archipiélago", y junto a pescadores aludió a las ventajas del producto local.

Comas, además, respondió en la afirmativa cuando se le preguntó sobre disponibilidad suficiente de pescado y marisco fresco para la Semana Santa, cuando más demanda tienen los frutos del mar.

"Confío en los pescadores. Entiendo que hay suficiente pescado para satisfacer las necesidades del pueblo", señaló tras rendir homenaje a medio centenar de pescadores representantes de varias de las 70 asociaciones pesqueras del país.

Después de entregar una proclama firmada por el gobernador Alejandro García Padilla que decretó la Semana del Pescador, Comas se mostró receptiva a reclamos de esos trabajadores para que se acelere la concesión de licencias de pesca y para que les brinden más incentivos e incluso embarcaciones.

 

 

Luego, la funcionaria cedió el podio a los pescadores para que hablaran sobre sus productos y de la diferencia con los pescados o mariscos importados, que suelen hallarse a veces a precio económico, pero no compiten en calidad.

Chillo rey

"Aquí la mayoría de la gente pide chillo", reveló, por su parte Jazmín Seda, presidente de la Asociación de Pescadores del Corozo Unido, de Cabo Rojo. La pescadora, sin embargo, explicó que otros productos nativos son muy buenos como el arrallado y "la sierra de aquí", no la importada.

"La sierra de afuera, si la fríes, el vecino de dos o tres casas más abajo, sabe que la estás cocinando porque apesta, pero la de aquí sabe bien buena", puntualizo Seda, al recomendar a los consumidores fijarse en las diferencias entre el producto importado y el fresco.

Seda dijo que si una persona va al supermercado, podrá apreciar el pescado "amarillo", pero "el de aquí lo vas a ver blanquito, limpio, y eso significa frescura". Mientras, observó que desde que vienen en las lanchas colocan en hielo la pesca, pero no es adecuado mantenerlo dos o tres horas así, por lo que proceden a congelarlos para garantizar su calidad.

Miguel Dávila, pescador de Maternillo, en Fajardo, por su parte, dijo que en supermercados el precio del pescado puede estar en ocasiones a $7 la libra, pero "nosotros lo tenemos a $5 y a $6".

Dávila dijo que los pescadores boricuas pueden ofrecer gran variedad que además de chillo y sierra incluye colirrubias, pulpo y hasta carrucho en estos tiempos. Al respecto dijo que se ha logrado una moratoria para ofrecer pescar y vender el preciado carrucho.

Perseguidos

Explicó que los pescadores llegaron a ser sometidos a un trato injusto de parte de vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), que les impidieron la pesca del carrucho e impusieron condiciones de riesgo para sus labores en el mar.

Se refirió a que, a pesar de que usan yolas pequeñas, el DRNA procuró que cargaran los carruchos intactos hasta la costa para ellos retener las conchas, pero los pescadores se opusieron porque esa carga pesada los ponía en riesgo de naufragio, en caso de mal tiempo.

"Podíamos tener un día de trabajo (en la yola) y nos los lanzaban al agua (los del DRNA)", narró Dávila al aclarar que gracias a una gestión de Comas ha cesado el choque entre esa agencia y los pescadores de carrucho.

Al presente, mediante una moratoria o permiso especial que culmina en junio, se les permite subir hasta 450 carruchos, que se retiran en la embarcación de su concha y la misma se lanza al mar, explicó.

Dávila también dijo que en la zona de Fajardo hay 20,000 embarcaciones de placer y solo medio centenar de pescadores. De esas, utilizadas por miles para el ocio, unas 4,000 salen los fines de semana y "anclan en los corales y en los yerbajos de mar", causando gran daño ambiental, pero "a esos no los persiguen, persiguen a los pescadores", lamentó.

"Nosotros tenemos los mejores pescadores del mundo, los pescadores puertorriqueños", concluyó enérgico Dávila, elogiado con un fuerte aplauso por decenas de pescadores reunidos en la sede del DRNA en San Juan, donde mostraron algunos de sus productos y reiteraron la necesidad de acciones diversas para proteger y ampliar la industria pesquera puertorriqueña.

Cifras del mar

El Departamento de Agricultura informó que en Puerto Rico hay 1,000 pescadores comerciales con licencia y 70 asociaciones de esos trabajadores.

La pesca tiene un impacto de $6 millones en la economía local, según la agencia que, además, indicó que aquí se consumen 1.9 millones de libras de pescado y marisco cada año.