Sandra Rodriguez Cotto
“Hay party”. O es por el cumpleaños del gobernador o porque los periodistas celebraron que eliminó la Ley Seca, pero el único mensaje que trascendió en la rueda de prensa que concluyó hace un rato el Gobernador Alejandro García Padilla tras el paso de la tormenta Bertha por el país es que aquí impera la chacota, el relajo, los chistes internos.
¿Y la gente sin agua, sin luz o sin Internet? Que se chaven, perecían decir todos allí con esa actitud de relajo. Siento vergüenza ajena y estoy indignada.
¿Dónde quedó la formalidad, el respeto y el decoro tanto de los funcionarios del gobierno como de los periodistas? ¿Cómo pueden bromear en situaciones de emergencia, ante toda la audiencia del país viéndolos por televisión o Internet, o escuchándolos por radio? ¿Por qué la actitud de chiste cuando hay trabajadores de emergencias arriesgando su seguridad y hasta sus vidas bajo la lluvia? Fue vergonzoso el espectáculo que el país vio en la televisión durante la rueda de prensa.
Dio vergüenza ver a un gobernador expresarse de esa manera, como si todo fuera un chiste. No pensó en la preocupación de la gente a las que se les inunda las casas, aquellos que viven en comunidades sin luz ni agua, ni en los pequeños comerciantes que no sabían si podrían abrir o no sus negocios. No. Nadie importaba allí ante la prensa y las cámaras de televisión. Era un ambiente de felicidad. García Padilla hasta repitió lo que le hizo a Sila Calderón, pero esta vez a todo el país. Contestó su teléfono celular y dijo “es que a Wilma yo le contesto”, y todo risas, para cortar así la rueda de prensa. Condujo un momento serio como si fuera un vacilón.
Fue una vergüenza ver cómo algunos jefes de agencias de gobierno, que son empleados pagados con fondos públicos y no dueños del país como se proyectaron, se expresaban también con desdén o en tono de broma en momentos en que deberían preocuparse por la situación del país tras el paso de un fenómeno atmosférico. Una fue la secretaria de Salud Ana Rius, que dijo que hay que preocuparse por el “Chikun” porque eso del virus del Chikungunya es difícil de pronunciar, y el jefe de Bomberos, Ángel Crespo, robando cámara como siempre.
Pero también fue vergonzoso porque aún estamos en la Semana de la Prensa y lo que hicieron la mayoría de los periodistas allí dio pena. Y rabia porque no fueron éticos ni responsables. Le reían los chistes al funcionario que fuera, hacían preguntas insulsas y muchos, como focas aplaudieron cuando se anunció el fin de la Ley Seca.
Sólo hubo dos excepciones que se destacaron entre los miembros de la prensa porque lo que se escuchó fue digno de escarnio. Las excepciones fueron la veterana periodista radial Nelly Rivera de Univisión Radio, quien hizo una pregunta sobre la Autoridad Puertos y Hacienda; y el profesor de comunicaciones que tiene una página web en defensa de los consumidores, Gilberto Arvelo, alias Dr. Shopper. Este hizo varias preguntas sobre calidad de servicios y se notó que iba preparado a diferencia de los demás. El resto de los periodistas se quedaron en lo mismo se siempre, si se cayó un poste, o si habían más refugiados, o si subió el agua en los embalses. Hubo algunos incluso molestos porque tuvieron que ir a trabajar hoy sábado, según se constató. Quizás por eso hicieron tan mal trabajo.
Con dolor debo decir que la actitud de la mayoría de los periodistas allí demuestra una falta de respeto a sus lectores, televidentes, radioescuchas o seguidores en la web. El periodismo tiene que ejercerse con seriedad y no ser meros agentes de propaganda porque se prestan para darle motivos a los insultos de los críticos, mayormente de los fanáticos de los partidos opositores.
Hubo excepciones en el gobierno. La Secretaria de Recursos Naturales, por ejemplo, e incluso el de DACO, el de Vivienda y el de Carreteras. De todos los jefes de agencia, el mejor que proyectó por su ecuanimidad y formalidad fue el de Manejo de Emergencias, Miguel Ríos.
Traer al ex jefe del Servicio de Meteorología, Israel Matos, fue un acierto porque el país le tiene respeto dada su experiencia. Sin embargo, fue lastimoso que tan pronto Matos terminó sus expresiones, se incrementó el ambiente de vacilón propiciado por el propio gobernador.
En ese sentido, las cosas que pudieron hacer bien los funcionarios, lo dañaron en la conferencia de prensa con el relajito. Por ejemplo, estuvo bien que el gobernador hiciera un llamado a que las personas no pongan en las redes sociales fotos de carreteras rotas o en peligro durante una emergencia porque las brigada de ayuda podrían acudir a donde no las necesitan en vez de ir a donde sí las requieren. Claro que ese llamado fue correcto, pero lo opacó con su actitud de relajo. Otra cosa fue la inconsistencia. ¿Cómo es posible que regañara temprano en el día a los “surfers” por tirarse a buscar olas, pero en la tarde, nada?
¿Quién lo asesora? Teniendo buenos relacionistas y excelentes comunicadores en su entorno, demuestra que el gobernador y su núcleo cercano no les están haciendo caso.
Es difícil comprender el ambiente de fiesta en momentos de caos. Entre el relajo por eliminar la Ley Seca, la llamada de Wilma y eso del "Chikun" es evidente que este país se tiene que fastidiar. Esto no debería ocurrir en el país. Puerto Rico no puede permitir que funcionarios conviertan el paso de una tormenta en chacota pública ni que los periodistas lo aplaudan. Ya está bueno. Aquí no hay party ná’.
NOTA: Esta entrada al blog generó una amplia discusión en las redes sociales, especialmente en Twitter e incluso llegó a hacer "trend topic". No era mi intención provocar la ira de las personas, sino, como siempre, exponer mis opiniones. Sé que muchas veces no le gustan a algunos sectores, pero para eso existe la libertad de expresión y se respeta lo que puedan decir.
La entrada al blog fue republicada en la página de Facebook de wkaw 580https://www.facebook.com/wkaq580?hc_location=timeline
, y por el periódico cibernético NotiCel, el 3 de agosto de 2014 - http://www.noticel.com/blog/164041/hay-party.html