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  Por el libro
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El Nuevo Día

La agencia de medición de riesgos Moodys ha puesto bajo vigilancia para una posible rebaja las filiales de las entidades españolas Santander, BBVA y Banco Popular en Puerto Rico por el deterioro de la situación económica del país caribeño.

En una nota, Moodys advierte que Puerto Rico vive desde 2006 una prolongada recesión y, aunque recientemente han comenzado a advertirse algunos síntomas de estabilización, estos no tienen visos de ser profundos debido al pésimo estado de las finanzas nacionales.

Además, el informe señala el fuerte endeudamiento del país caribeño y la retirada de capital experimentado en los últimos tiempos, así como la endémica debilidad de la economía puertorriqueña.

Por su parte, Arturo Carrión, vicepresidente de la Asociación de Bancos de Puerto Rico, se expresó confiado en que el informe que emitirá Moody’s en 90 días será favorable para los tres bancos, pues de lo contrario esto tendría repercusiones adversas en la emisión de bonos y de acciones.

Sin embargo, el banquero precisó –en entrevista con Radio Isla- que una degradación de parte de la agencia acreditadora no impediría que los bancos continúen realizando sus funciones como hasta ahora.

A juicio de Carrión,  la banca ha intentado enfrentar la situación económica del País y continúa levantando capital para evitar degradación de bonos.