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  Por el libro
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30 de junio de 2016

Primera Hora

La crisis sigue golpeando fuerte.

Unos 20,000 autos fueron entregados a los bancos durante el año 2015 por personas que no podían continuar pagándolos, estropeando aún más una industria que lleva cerca de una década intentando salir a flote. 

La Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) registró en su reporte del año pasado que la suma de todas estas deudas sobrepasa los $800 millones.

En comparación con el año 2014, la cifra de autos entregados ha mermado. Sin embargo, en contraste con los datos de 2012, la diferencia es de un aumento de casi 6,000 unidades.

Las cifras están relacionadas estrechamente con el huracán de la crisis económica que lleva azotando la Isla desde 2008.

‘’Esto es cíclico y depende muchas veces de la capacidad de las personas de cumplir con sus obligaciones. En estos tiempos de estrechez económica, las personas tienen que decidir si pagar la casa o el carro”, expresó Rafael Blanco, comisionado de la entidad financiera.

Por otro lado, las estadísticas del último año reflejan que los pagadores morosos, es decir, que hacen sus pagos luego de la fecha de vencimiento, ha bajado sutilmente.

Una de las razones por las cuales la cifra ha disminuido algunos puntos porcentuales ha sido por los rigores que han implementado los bancos para aprobar préstamos.

“Los bancos, viendo la situación económica, han sido más prudentes al prestar. Buscan clientes con una empírica alta (puntuación crediticia), porque entienden que estas personas se preocupan por mantener un crédito excelente y cumplen con sus pagos”, mencionó el comisionado.

La entrega de automóviles afecta directamente la venta de unidades nuevas, ya que, como consecuencia, la gente buscaría la compra de carros reposeídos por sus costos más accesibles.