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Los indicios de recuperación no llegan a uno de los grandes barómetros del consumo: las tarjetas de crédito o débito. El importe de las operaciones realizadas en el primer trimestre del año se contrajo un 3,12% frente al mismo periodo del año pasado. Esta caída es similar a la del último trimestre de 2012 y sitúan estos seis meses en los más negativos de este indicador desde la recesión de 2009.
La caída del uso de tarjeta muestra el empeoramiento del clima económico de 2012 y el arranque de 2013, según los datos del Banco de España. Baja en mayor proporción el importe de las transacciones que<TH>el número de operaciones (537.766 entre enero y marzo, un 2,38% menos), lo que indica que, además de realizar menos compras, el coste medio también resulta inferior.
No es la misma conclusión que se saca en las retiradas de efectivo de cajeros automáticos. Los usuarios sacaron menos dinero en el primer trimestre (24.748 millones, un 3,66% menos), pero aún rebajaron más las visitas que hacen a las máquinas: 209.280, un 6,18% menos.
El número de las tarjetas de circulación en España también ha remitido desde 2009. En el primer trimestre había 68,17 millones, el volumen más bajo desde 2005. El proceso de concentración del sector financiero y la mayor sofisticación de los sistemas de pago son dos causas que explican esta caída, junto con la decisión de algunos clientes de reducir el número de tarjetas para ahorrar.
Muchas entidades ya informan a sus clientes en casos similares, ya sea por mensaje de texto al móvil u otros tipos de comunicaciones. Albert Figueras, director de medios de pagos del Banco Sabadell, explica que su entidad, y otras, comunican operaciones sospechosas, como “un gasto o una retirada de efectivo de un cajero que se haga en dos países o dos ciudades diferentes con poco espacio de tiempo, o una transacción muy importante, fuera de lo habitual. Ahí compruebas con el usuario porque puede ser correcto, pero también indicio de problemas”.
La propuesta de la Comisión de Codificación, que trabajan desde 2006 en la reforma del Código vigente (data de 1885), tiene que ser refrendada aún por el Gobierno, cuyo borrador no se conocerá hasta final de año.
“El Código lo que hace es poner orden en aspectos en los que había un vacío”, añade Figueras. Aclara, por ejemplo, lo que ocurre en caso de robo o extravío.“La utilización no autorizada de la tarjeta por un tercero no producirá efecto alguno desde que se hubiera comunicado la pérdida o la sustracción al emisor en la forma establecida en el contrato. La prueba de que la comunicación se ha efectuado corresponde al titular de la tarjeta”, señala el artículo 673-5. Sin embargo, advierte que “antes de la comunicación el contratante soportará las consecuencias del uso no autorizado conforme a lo dispuesto en la legislación sobre servicios de pago".
Las entidades tendrán la obligación de remitir al titular de la tarjeta “un resumen detallado de las operaciones realizadas, en el que se hará constar la fecha y el importe de cada operación, así como la identidad del empresario o de la entidad asociada en que se hubiere realizado, la fecha de remisión del resumen y, si la tarjeta fuera de crédito, la fecha de vencimiento de la obligación de pago”. El usuario podrá impugnar cualquier operación en el plazo de un mes siguiente desde la fecha de recepción del citado resumen. Entonces el banco dispondrá de 15 días para, o bien rectificar el error, o bien para “explicar en lenguaje comprensible” la liquidación impugnada, con copia de los comprobantes o fundamentos de la operación cuestionada.