21 de abril de 2020
BBC
Al inicio del día, el WTI había empezado cotizándose en torno a los US$18 pero en la jornada de este lunes, el desplome llegó a situarlo en US$-37,63.
En negativo, algo sin precedentes.
Eso significa que los productores de petróleo pagaban a los compradores para que se llevaran el producto, por temor a que la capacidad de almacenamiento se les agote en mayo.
"Esto es algo descabellado. El impacto de la demanda fue tan masivo que superó todo lo que nos podríamos haber esperado", comentó a la BBC Stewart Glickman, analista de capital energético de CFRA Research.
La caída fue impulsada por una cuestión técnica en el mercado de petróleo, que se comercia con su precio futuro y los contratos para mayo van a expirar este martes.
Los operadores buscaban deshacerse de esos contratos para evitar tener que hacerse cargo del costo del traslado y almacenamiento de algo para lo que la demanda es tan baja ahora mismo.
Y, porque además, las principales instalaciones para almacenar petróleo en EE.UU. ya están alcanzando el máximo de su capacidad.
Estados Unidos compite con Arabia Saudita por ser el mayor productor del mundo.
Arrastrado por el WTI, especialmente en la última parte de la sesión de este lunes, el petróleo Brent (referencia en Europa y el resto del mundo) para entrega en junio cayó un 8,90 % este lunes hasta los US$25,58.
¿A qué se debe la caída?
La demanda de petróleo a nivel mundial ha caído de forma abrupta en las últimas semanas como resultado de los confinamientos y cuarentenas por el coronavirus.
En consecuencia, las empresas petroleras han recurrido al alquiler de camiones cisterna para almacenar el excedente de suministro y eso ha llevado el precio del petróleo estadounidense a valores negativos.
La situación se explica por el exceso de oferta en el mercado y las dificultades para almacenar los altos excedentes provocados por la fuerte caída de la demanda causada por la paralización de la economía por la crisis del coronavirus.
Y es que los confinamientos ordenados por muchos gobiernos para tratar de contener la pandemia han aniquilado la demanda de crudo.
Otro factor a destacar es el hecho de que la industria petrolera ha venido lidiando con los desacuerdos entre dos de los principales productores, Arabia Saudita y Rusia, y su virtual guerra de precios.
Tras varios desacuerdos que también afectaron los precios, a mediados de este mes la Organización de Países Productores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) acordaron una reducción de la producción de alrededor de un 10%.
El recorte es el mayor jamás pactado por las potencias petroleras, pero para algunos analistas incluso eso resultó insuficiente.
"Le tomó tiempo al mercado darse cuenta de que el acuerdo de la OPEP+, al menos tal como está ahora, no será suficiente para equilibrar el mercado petrolero", dice Stephen Innes, analista de Axicorp.
¿Qué puede pasar ahora?
En criterio de Glickman, la reversión histórica en los precios fue un recordatorio de las tensiones que enfrenta el mercado petrolero.
Pero la caída podría continuar.
Según el analista, los precios de junio también podrían caer, si los confinamientos continúan en todo el mundo.
"Realmente no soy optimista sobre las perspectivas de las compañías petroleras o sobre los precios del petróleo", afirmó.
Algunos analistas también advirtieron de que la caída del petróleo estadounidense podría afectar el precio de otros crudos de referencia.
¿Por qué EE.UU. se está quedando sin lugares para almacenar petróleo?
El principal motivo que llevó a la caída de precios de este lunes fue que Estados Unidos, el principal productor de petróleo, se está quedando sin lugares para almacenar su petróleo, ya que sus principales reservas (incluida la principal del país en Oklahoma) estaban a punto de alcanzar el límite.
Dado que la demanda ha caído de forma abrupta, como alternativa, muchas empresas han comenzado a almacenar su petróleo en tanqueros en el mar o incluso en camiones cisternas.
Sin embargo, esto, además de complicado desde un punto de vista de infraestructura resulta muy caro: el costo de mantenerlo en el mar puede ser hasta tres veces mayor que tanques en tierra.
Según datos de la firma Kpler, que monitorea buques petroleros en el mar a través de imágenes de satélite, el volumen de petróleo colocado en barcos para esperar mejores tiempos aumento un 25% en marzo.
Y es que si históricamente la disyuntiva para muchos países ha sido cómo tener suficiente combustible almacenado para responder ante un potencial fallo en el suministro, ahora el problema resulta que es tanta la oferta que no se sabe qué hacer con ella.
Sin embargo, esta situación crítica no solo afecta a EE.UU.
"En algún momento, muy pronto, es posible que la capacidad de almacenamiento de petróleo a nivel global alcance su límite", alertó desde el mes pasado Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía.
Mientras Rystad Energy, una consultora petrolera con sede en Oslo, alertó que no solo pasaba en EE.UU.: según sus proyecciones, el 76% del almacenamiento mundial ya estaba lleno.
Cálculos de IHS Markit, una firma de investigación, estimó que la demanda a nivel global durante el primer trimestre del año cayó en 3,8 millones de barriles por día (alrededor de 4% de los suministros mundiales) la peor desde la crisis financiera de 2008.
Análisis de Andrew Walker, corresponsal de Economía de la BBC
Los principales exportadores, la OPEP y aliados como Rusia ya acordaron reducir la producción de petróleo en una cantidad récord.
En Estados Unidos y en otros lugares, las empresas productoras de petróleo tomaron decisiones comerciales para reducir la producción. Aún así, el mundo tiene más petróleo crudo del que puede usar.
Y no se trata solo de si podemos usarlo. También es si podemos almacenarlo hasta que las cuarentenas se alivien lo suficiente como para generar una demanda adicional de productos derivados del petróleo.
Los depósitos se están llenando rápidamente en tierra y mar. Se necesitará una recuperación de la demanda para dar la vuelta al mercado y eso dependerá de cómo se desarrolle la crisis de salud.
Habrá más recortes de suministro a medida que los productores del sector privado respondan a los bajos precios, pero es difícil ver una escala suficiente para tener un impacto en el mercado.