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  Por el libro
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El Nuevo Herald

Para orquestar un buen choque, hay que tener dos vehículos.

Según las autoridades, fue por eso que Alexander Cid llevó a uno de los participantes a alquilar una camioneta que se utilizaría en un “accidente” en Homestead en mayo del 2009.

Cid, de 47 años, es uno de ocho hombres cuyos arrestos por cargos de fraude fueron anunciados esta semana por las autoridades. Este grupo se acusa de organizar distintos accidentes falsos a fin de cobrar cientos de miles de dólares en reclamos al seguro.

 

Los otros sospechosos incluyen: Luis Rivero Domínguez, de 35años, Franklyn Chaviano, de 38, Robert E. Bayona, de 55, Carlos Padrón Fernández, de 38, Yosmel Ramos Peraza, de 24, Andrés Vega Fleites, de 61, y Jorge Fernández Rodríguez, de 52, se acusan de hacer reclamos falsos de un total de $340,000.

Los accidentes falsos, orquestados entre mayo del 2009 y mayo del 2011, se vinculan a seis grupos organizados para defraudar al tipo de seguro que cubre los gastos médicos (PIP). La División de Fraude de Seguro del Departamento de Servicios Financieros de la Florida está investigando estas organizaciones junto con la Oficina de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade.

“Necesitamos mantenernos diligente en nuestros esfuerzos para terminar con este tipo de fraude para que los choferes en la Florida estén protegidos”, dijo Jeff Atwater, jefe de las Finanzas de la Florida, en un comunicado de prensa.

En el caso que involucraba a Fernández Rodríguez, el organizador del choque utilizó una grúa para llevar a la escena un vehiculo que ya tenía daños de otro accidente. Un experto en reconstruir accidentes de tránsito después confirmó que el vehículo no había funcionado desde hace meses.

Además, “el odómetro permanecía en la misma distancia que había sido registrada cuando fue vendida semanas antes del supuesto accidente”, según el informe de arresto.

En algunos casos, los participantes en las estafas reportaron a la policía que estaban sentados en el asiento al frente del vehículo cuando en realidad estaban atrás. Luego de los choques, los participantes se movían al frente del vehículo para esperar la policía.

En un caso, los vehículos fueron “preparados” antes del choque por Bayona, según testigos reportaron a las autoridades.

“Los participantes dijeron que cuando sus vehículos fueron devueltos, los parachoques estaban flojos y colgando de cuerdas de plástico”, según un informe. “ Después del choque, los participantes debían cortar las cuerdas y dejar que los parachoques cayeran al suelo”.

Después de reportar los choques a la policía, los participantes se dirigían a clínicas para recibir tratamiento por sus supuestas heridas. En varios casos, los supuestos pasajeros en los choques volvieron múltiples veces a las clínicas, algunos cobrando más de $13,000 por el tratamiento.

Cualquier persona con información sobre fraude del seguro vehicular pueden llamar de manera anónima al 1-800-378-0445.