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  Por el libro
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El Nuevo Herald

LA HABANA -- Cuba anunció que aplicará fuertes impuestos a la importación de mercancías los que podrían afectar los ingresos de los pequeños empresarios independientes cuyos pequeños negocios se abastecen de esos productos, así como a las personas que dependen de envíos informales desde el exterior.

A partir de septiembre, los cubanos o residentes permanentes que viajen al exterior más de una vez al año tendrán que pagar a partir del segundo viaje el equivalente de 10 dólares por kilo extra luego de los primeros cinco, indicó una norma publicada por la Gaceta Oficial.

Más de 250.000 personas iniciaron negocios luego de una reforma impulsada por el presidente Raúl Castro a finales de 2010 -que se sumaron a los 150.000 existentes entonces- y la mayoría abrieron cafeterías, talleres de reparación o instalaron puestos de ropa que dependen de los insumos traídos desde el exterior.

Los cubanos que consiguen permisos para salir al exterior suelen financiar sus viajes trayendo bolsos llenos de ropa, artículos electrónicos, pañales y otros artículos difíciles de encontrar en la isla o comercializados por el Estado a precios elevados. Otros realizan viajes breves sólo para comprar esos suministros.

Hasta ahora pagaban unos 0,50 centavos de dólar por kilo como derecho de importación, con tarifas fijas para artículos como televisores y microondas.

La importación de alimentos fue libre hasta principios de año y luego se comenzó a cobrar impuestos, aunque se mantiene la excepción para los medicamentos hasta los 10 kilos.

A diferencia de otras normas recientes, esta no fue anunciada en el periódico Granma, y el noticiero de la televisión y otros medios de prensa locales hicieron una confusa mención sin explicar su alcance.

Bajo las nuevas regulaciones, tras el primer viaje se cobra un impuesto al equipaje por encima de los 5 kilos con una tasa progresiva pagadera en pesos cubanos (un dolar equivale a 24 pesos cubanos), y a partir del segundo viaje en el mismo año se cobran 10 pesos convertibles (igual en dólares) por kilogramo extra.

Algunas detalles se prestan a confusión dado que las reglas publicadas están escritas en un denso lenguaje legal.

Ningún funcionario estuvo disponible para aclaraciones a la prensa extranjera.

Pero incluso con los baches en la información estuvo claro para los propietarios de estos negocios o trabajadores independientes que la disposición tendría consecuencias para ellos.

"Es un desastre", comentó a la AP, Luis Carlos Espinosa, de 42 años, que tiene una tarima donde oferta pantalones de mezclilla, blusas coloridas y ropa para niños.

"A nosotros nos perjudica de todas formas, ¿de dónde vamos a sacar mercadería? Aquí no hay un mercado para abastecerse", lamentó Espinosa.

Varios vendedores callejeros estaban molestos por no haber sido consultados sobre la medida y ni entender cabalmente los detalles.

Al calor de lo que él mismo denominó actualización del modelo, el presidente Castro tomó medidas impensables para Cuba hasta entonces como la legalización de la compraventa de casas y auto, la flexibilización en la entrega de licencias a trabajadores independientes o micropréstamos.

Además autorizó a los nuevos emprendedores a convertirse en contratistas del Estado, autorizó a este a rentar a particulares los locales en desuso o la entrega de tierras ociosas a productores privados.

Sin embargo el impulso parece haber disminuido este año.

Se espera que en los siguientes cinco años un millón de puestos en dependencias oficiales se transfieran al sector privado y que el 40% de la economía esté en manos de particulares. Actualmente el estado maneja el 80%.

Algunos expertos piensan que las reformas no van lo suficientemente rápido, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que Castro y los principales dirigentes del país mayores de 80 años y que Cuba podría perder un aliado en el presidente venezolano Hugo Chávez.

"Están continuando (las medidas) de manera muy metódica, pero es demasiado lento", dijo Sergio Díaz-Briquets, un analista de temas cubanos radicado en Washington. "Por lo que vemos, no están cumpliendo las metas que ellos mismos se han fijado varias veces".