Como parte del proceso concluido en días recientes, el juez federal Daniel R. Domínguez determinó que la fiscalía no cometió un error al indicar en sus argumentos al jurado el punto de que cosas como los almuerzos escolares se encarecieron por los actos del ejecutivo Frank Peake.

El caso es parte de una investigación que continua sobre cómo varias compañías navieras se pusieron de acuerdo para fijar costo altos de transporte a los furgones que llegaban a la isla. Como parte del caso, ya Sea Star aceptó una multa de $14.2 millones y se declaró culpable de conspirar para fijar precios entre mayo de 2002 y abril de 2008. En total, se han impuesto sobre $46 millones en multas.

Peake no ha sido sentenciado pero los delitos acarrean penas de hasta 10 años de cárcel y multas de $1 millón. Peake es el sexto ejecutivo naviero convicto, tras las aceptaciones de culpabilidad de los ejecutivos de Horizon Lines Gabriel Serra, R. Kevin Gill, Gregory Glova y Alex G. Chisholm, así como Peter Baci, de Sea Star.

Manufactureros como Kraft Foods, Kellogg Co., Coca-Cola, Frito-Lay, Quaker Oats, Sears, ConAgra, Nestle, Frito-Lay, y Procter & Gamble, han sometido demandas contra Sea Star y Crowley por este esquema.