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/ Foto por: BBC Mundo / Google |
13 de agosto de 2019
BBC
Más de alguna vez te habrás preguntado ¿en qué me lo gasté?. ¿Y cómo es posible que no me quede casi nada?
Eso es algo que le ocurre especialmente a los más jóvenes (y también a muchos adultos que tienen dificultades para organizar sus finanzas).
Bryan Kuderna, planificador financiero y fundador de la firma estadounidense Kuderna Financial Team, se ha dedicado a investigar cómo los millennials pueden mejorar su manejo del dinero y construir un futuro económico más seguro.
Durante su experiencia laboral, se ha encontrado con jóvenes que cometen errores porque no quieren renunciar a un determinado estilo de vida y no dan importancia al ahorro.
Pero ¿qué pasa con aquellos que no tienen el dinero para ahorrar?
"La alternativa es generar más ingresos o reducir los gastos", le dice Kuderna a BBC Mundo.
Hay jóvenes que solo tienen como fuente de ingreso su salario, y si ese sueldo no les permite ahorrar, entonces el paso siguiente será generar ingresos extra haciendo otros trabajos complementarios de manera independiente.
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Y luego está el tema de los gastos. Si no tienes suficiente dinero para ahorrar, algo que Kuderna califica de esencial, entonces tendrás que ajustar los gastos tanto como sea posible.
"Lo primero es enfocarse en ahorrar y manejar las deudas. Si hemos hecho eso, recién uno puede empezar a pensar en cómo invertir el dinero", dice.
A continuación, te presentamos los cinco mayores errores cometidos por los jóvenes con su dinero, según este experto de las finanzas.
1. No tener un fondo de emergencia
No planificar tus finanzas suele ser un asunto de pereza o de esperar a que llegue el "momento perfecto", dice Kuderna, cuando en realidad puedes comenzar ahora mismo.
Es clave ordenar las finanzas para tener una aproximación real a tu situación financiera.
En ese sentido, algo esencial es ahorrar con el objetivo de tener un fondo de emergencia que pueda sostenerte por al menos seis meses y así enfrentar imprevistos que podrían llevarte a la bancarrota inesperadamente o dejarte en una difícil situación.
2. Acumular deuda en la tarjeta de crédito
Las tarjetas son la mayor arma de doble filo. Te pueden ayudar en muchas ocasiones, explica el consultor, pero con intereses cercanos al 20% (en el caso de Estados Unidos), es necesario pagarlas mensualmente.
El pago de intereses y la acumulación de deudas pueden terminar adueñándose de tu presupuesto, haciendo que la próxima vez que te endeudes, la situación termine siendo insalvable.
3. Dejar que la deuda educacional siga creciendo
Hay distintos tipos de deuda. Por ejemplo, la deuda hipotecaria es un tipo de deuda "segura" porque está avalada con la casa que has comprado.
Sin embargo, la deuda por crédito estudiantil es una deuda "insegura" porque su pago depende únicamente de tus ingresos.
En este caso, dice Kuderna, hay que mirar todas las opciones disponibles para refinanciar esa deuda con la menor tasa de interés posible y a un número de años que te permita pagar la cuota mensual.
4. Comprar casa y quedarse sin dinero
En sus talleres de alfabetización financiera, Kuderna suele preguntarle a la audiencia: ¿cuál es el primer objetivo que se plantean al salir de la universidad?.
"La respuesta más popular es comprarme una casa", le dice a BBC Mundo.
Pero cuando les pregunta sobre ahorrar para tener un fondo de emergencia, eliminar la deuda de la tarjeta de crédito o pagar el préstamo universitario, suelen responder que esas cosas no son una prioridad.
Esta falta de jerarquización, desde lo más importante a lo menos importante, "puede hacer que los jóvenes terminen viviendo en su casa, pero sin muebles", apunta.
5. Compararse con los demás
Dejar de lado la vanidad es una buena manera de iniciar un plan financiero que permita tomar decisiones sensatas para manejar el dinero, comenta Kuderna.
Las decisiones de gasto más irracionales o irresponsables están muchas veces influidas por el deseo de mantener un ciertoestándar de vida.
Básicamente, el intento de mantener un nivel de gasto que no sea inferior al de otras personas que conocemos.
Eso es algo que no ayuda en nada, porque finalmente todos tenemos situaciones económicas distintas y no vale la pena compararse o tratar de seguir el nivel de gastos del vecino.