18 de octubre de 2018
Prensa-Latina
Naciones Unidas, 17 oct (PL) El 10 por ciento de la población mundial permanece hoy en la pobreza extrema y en un planeta de abundancia, más de 700 millones de personas están imposibilitadas de satisfacer sus necesidades diarias básicas.
Esta es la alerta que lanzó el secretario general de la ONU, António Guterres, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza y destacó la necesidad de desarrollar políticas para erradicar el problema.
Muchas personas en el mundo viven en situaciones de conflictos y crisis, otros enfrentan barreras para acceder a la atención médica, la educación y las oportunidades laborales, y en especial, las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas, advirtió el titular de Naciones Unidas.
Además, subrayó, la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, como figura en el Objetivo número uno de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, resulta uno de los mayores desafíos mundiales y una de las principales prioridades de la ONU.
Pero acabar con la pobreza no es una cuestión de caridad, sino de justicia y existe una conexión fundamental entre erradicar la pobreza extrema y defender la igualdad de derechos de todas las personas, señaló el secretario general.
Según alertó, los conflictos armados dificultan un mayor progreso en la erradicación de la pobreza y pueden socavar rápidamente muchos de los logros ganados, en tanto la discriminación y el aumento de las desigualdades, así como los desastres naturales extremos también plantean grandes desafíos.
'Hemos recorrido un largo camino desde que el mundo conmemoró este día hace 25 años. Casi mil millones de personas han salido de la pobreza gracias al liderazgo político, el desarrollo económico inclusivo y la cooperación internacional.'
Pero esto no es suficiente, resaltó Guterres, y muchos son dejados atrás.
En ese sentido, demandó políticas públicas que desmantelen las barreras que contribuyen a la perpetuación de la pobreza e instó a escuchar a los millones de personas que viven en la miseria en todo el mundo, abordar las estructuras de poder que impiden su inclusión en la sociedad y combatir las indignidades que enfrentan.
Del mismo modo, afirmó, es necesario construir una globalización justa que genere oportunidades para todos y permita cumplir el compromiso de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás.