17 de octubre de 2018
El Vocero
Acorde con un estudio realizado por Prada, se estima que localmente la venta de autos usados está casi a la par con la de autos nuevos.
Puerto Rico continúa como una de las jurisdicciones con buen movimiento en la reventa de autos usados, pero, como los eventos atmosféricos en el sureste de Estados Unidos suelen trastocar la disponibilidad de inventario en la Isla, ya se anticipa alguna dificultad en dicha categoría, según conocedores del mercado local.
Aunque previo al reciente y devastador huracán Michael en zonas de la Florida, ya había momentos de alguna escasez aquí en cuanto al inventario de autos en segundas manos, el trastoque en la celebración de subastas debido a los estragos del ciclón representará retrasos y eso no permitirá que haya mayor cantidad de unidades importadas para la venta.
Julio Ortiz, presidente de la Asociación de Distribuidores y Concesionarios de Automóviles de Puerto Rico, Inc. (Prada, por sus siglas en inglés), y el contador Eduardo González Green, quien ha realizado estudios sobre la industria, concurrieron por separado que factores recientes han movido mucho más de lo usual la venta hacia las unidades nuevas, por situaciones como los desembolsos de reclamaciones a las aseguradoras y por las ofertas agresivas de los concesionarios, entre otros.
Acorde con un estudio realizado por Prada, se estima que localmente la venta de autos usados está casi a la par con la de autos nuevos. Esto sugería que si las expectativas para los autos nuevos es que al cierre de este año se puedan vender cerca de 100,000 unidades, el movimiento de los usados también rondaría tal cantidad.
Sin embargo, González Green entiende que el número más certero debe ser la venta de 8 autos usados por cada 10 nuevos, estimado que luego del huracán Michael y los demás factores en la Isla, podría variar. En Estados Unidos, esa proporción es de 2.3 usados por cada uno que es nuevo.
La venta de usados opera como un segmento paralelo en la industria automotriz, debido a la economía que genera, por un mayor mantenimiento y reparaciones de las unidades, asociado a la venta de piezas y servicios en talleres de mecánica, entre otros servicios.
Las cifras sobre la venta de autos usados es especulativa, ya que la procedencia de estos y las transacciones que se realizan, son diversas, y esto dificultad la contabilidad. Están los que se importan de Estados Unidos, los que se revenden localmente, los que proceden de ejecuciones por incumplimiento de pagos, y los que llegan por “trade-in” a los concesionarios.
González Green dijo que el inventario de autos usados por lo general procede del sureste de Estados Unidos y en su mayoría son unidades de lujos, autos exclusivos o “exóticos”. “No pueden traer vehículos de precios bajos, porque con los arbitrios e impuestos locales, sus precios de ventas finales se asemejan al precio de un vehículo nuevo, ya que todavía en la Isla el promedio de costo de venta de un vehículo fluctúa en los $19,000”, afirmó.
Eso hace que a nivel local haya más reventa de los autos de menor costo.
Los entrevistados dijeron que el cliente del auto usado tiene un perfil diverso, toda vez que está el comprador de alto poder adquisitivo que busca una unidad de mayor valor a un precio más económico, pero también sobresale el cliente general que busca economizar más, se cuenta –además- el que no posee buen crédito, o el que simplemente prefiere no comprar una unidad nueva y paga al contado la usada para no quedarse con deuda.
González Green destacó que las ofertas agresivas en financiamiento, para la compra de autos nuevos, son la orden del día. Esto –de alguna manera- nivela la reducción que pueda haber en el inventario de los usados. “Muchas marcas están ofreciendo unas tasas extraordinarias, que permite mover muy bien la venta de autos nuevos. Asimismo, instituciones bancarias como la Cooperativa Federal esta ofreciendo unos intereses de hasta el 2.99, cuando la banca tradicional tiene intereses muchas más elevados”, indicó. Agregó que los consumidores miden pros y contras, y su inversión para tener un auto nuevo o de menor uso posible.
Ortiz, señaló que donde se ha visto un avance en las unidades usadas es en las flotas, principalmente, en marcas como Ford y GM para la adquisición de pick ups y vans. Es así porque la demanda por estas categorías ha sido amplia para la recuperación de la Isla y son unidades que se necesitan de inmediato. Igualmente, la tendencia incluye a las SUV.