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  Por el libro
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Los huevos de colores son emblemas de la Pascua Florida. Pero los huevos, si no se manejan con un cuidado especial, pueden causar intoxicación alimentaria, también llamada enfermedad transmitida por los alimentos. La Salmonella, un organismo que causa náuseas, vómitos, diarrea, calambres y fiebre, se puede hallar tanto en el exterior como en el interior de huevos que parecen perfectamente normales. En personas que no tienen otro problema de salud, los síntomas por lo general duran un par de días y desaparecen en una semana. Pero las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas de edad avanzada y las personas con el sistema inmunológico debilitado corren el riesgo de enfermarse gravemente con la Salmonella. En estos individuos en peligro, una infección con Salmonella puede extenderse de los intestinos al torrente sanguíneo, y después a otros lugares del cuerpo y causar la muerte a menos que la persona sea tratada rápidamente con antibióticos.

Por eso es importante manejar adecuadamente los huevos frescos, y estas indicaciones explican cómo hacerlo.

Refrigere los huevos rápidamente: Mantener los huevos adecuadamente refrigerados evita que cualquier Salmonella en los huevos crezca a una cantidad mayor, lo que aumenta las probabilidades de que cause una enfermedad.
 

  • Sólo compre huevos en establecimientos donde los mantengan refrigerados.
  • En la casa, mantenga los huevos refrigerados a una temperatura de 40 grados F (4 grados C) hasta que los vaya a consumir. Use un termómetro de refrigerador para estar seguro.
  • Guarde rápidamente en el refrigerador los huevos que no vaya a usar o los sobrantes que contengan huevos.


Manténgalos limpios: Tanto el exterior como el interior de los huevos puede estar contaminado.



  • Lávese las manos y lave todas las superficies que tengan contacto con alimentos (por ejemplo, encimeras, utensilios, platos y tablas de cortar) con agua y jabón después de entrar en contacto con huevos crudos.
  • Deseche los huevos agrietados o sucios.


Cocine bien los huevos: Cocer reduce la cantidad de bacterias presentes en un huevo; sin embargo, un huevo cocido ligeramente, con la clara o la yema líquidas, presenta un peligro mayor que un huevo bien cocido. Las claras y las yemas de huevos cocidos ligeramente han causado brotes de infecciones de Salmonella.



  • Los huevos deben cocerse bien hasta que la yema y la clara tengan una consistencia firme. Las recetas que contienen huevos mezclados con otros alimentos deben cocinarse a una temperatura interna de 160 grados F (71 grados C).
  • Coma los huevos inmediatamente después de cocerlos. No deje los huevos calientes o a temperatura ambiente (entre 40 y 140 grados F) por más de 2 horas.
  • En las recetas que usan huevos crudos o ligeramente cocidos, considere usar huevos con cáscara pasteurizados o productos de huevo pasteurizados.



Separe: Nunca deje que los huevos crudos entren en contacto con cualquier alimento que se vaya a comer crudo.

Al comer fuera: En los restaurantes evite las comidas hechas con huevos crudos o cocidos ligeramente, sin pasteurizar. Cuando vaya a un restaurante, pregunte si usan huevos pasteurizados antes de pedir cualquier plato en el que pueda consumir huevos crudos o cocidos ligeramente, como salsa holandesa o aderezo para ensalada César.