24 de febrero de 2020
El Pais
Más de seis billones de euros. O, lo que viene a ser lo mismo, cinco veces el PIB de España. Esta es la cifra astronómica que, según las estimaciones del FMI, se esconde en los paraísos fiscales de todo el mundo y resta ingresos tributarios a los Estados. Pese a las numerosas iniciativas que se han puesto en marcha para fomentar la colaboración entre jurisdicciones y hacer aflorar los fondos opacos ocultos en los centros offshore, todavía existe una larga lista de territorios caracterizados por un inquebrantable secreto bancario, reglas fiscales laxas y poca o nula transparencia societaria. Y quien la encabeza no son solamente islas paradisíacas perdidas en el medio del océano.
Las islas Caimán, EE UU y Suiza son los territorios que peor parados salen en el Financial Secrecy Index 2020 que acaba de publicar la organización independiente Tax Justice Network. Este índice bebe de una miríada de variables que miden el grado de transparencia financiera de un territorio para reflejar “el daño potencial” causado por cada uno de ellos. El resultado final nace de la combinación entre el grado de opacidad y la participación de cada jurisdicción en los servicios financieros offshore sobre el total global.
Las islas Caimán, que pertenecen al Reino Unido, están en lo más alto de la clasificación. Su nivel de opacidad no es el más elevado —puesto que ocupan las islas Maldivas—, pero es compensado por el gran volumen de fondos que custodia su sistema financiero. Bruselas acaba de incluir al archipiélago en su lista negra de paraísos fiscales, justo pocos días después de consumarse el Brexit.
También en Suiza, que se encuentra en el tercer lugar, pesa más la cantidad de activos que la falta de transparencia. La UE sin embargo ha dejado de considerarlo territorio pernicioso gracias a la reforma fiscal que ha puesto en marcha. EE UU, que ocupa la segunda posición, es otro de los destinos favoritos de los extranjeros más acaudalados gracias al atractivo de regímenes fiscales como el de Delaware, un Estado diminuto que tiene cada vez más empresas que habitantes.
Tampoco la UE sale bien parada en la foto: Luxemburgo y los Países Bajos ocupan el sexto y el octavo puesto de la clasificación, respectivamente, sobre un total de 133 jurisdicciones. A poca distancia, en duodécimo lugar, figura el Reino Unido. Por ello, la organización vuelve a lamentar la falta de firmeza de Bruselas ante los regímenes poco transparentes dentro de sus fronteras y que evita incluir en su lista de paraísos fiscales. Según el informe, el territorio comunitario alberga cerca de un tercio del total de las jurisdicciones menos transparentes del mundo, pero la lista negra de la UE solo incluye el 10% de los territorios offshore que existen.