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  Por el libro
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13 de febrero de 2012

El Nuevo Día

MÉXICO, D.F.- A simple vista parecen inofensivos, incluso resultan útiles para transportar, almacenar y calentar nuestros alimentos y bebidas, pero en realidad pueden ser un peligro para la fertilidad.  

Hablamos de los recipientes de plástico o "toppers", que de acuerdo con diversos estudios, contienen compuestos tóxicos que provocarían problemas de fertilidad en las mujeres, señaló Isabel Hernández Ochoa, científica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

Hernández Ochoa, investigadora del Departamento de Toxicología del Cinvestav, comentó que algunos grupos de investigación han detectado que tóxicos que se encuentran en los plásticos, como el bisfenol A y algunos ftalatos, disminuyen la capacidad del óvulo para ser fertilizado o las probabilidades de que un espermatozoide fertilice al óvulo.

El problema de los plásticos, señaló Hernández Ochoa, es que su continuo uso, la elevación en la temperatura al calentarlos y el lavado con detergentes, va incrementando las posibilidades de que los compuestos tóxicos que poseen se liberen, se incorporen a los alimentos y bebidas, y de esta forma ingresen a nuestro organismo.

Lo que ocurre, explicó, es que los aditivos que emplea la industria para darles a los plásticos la flexibilidad y dureza, poseen compuestos que al ingresar a nuestro cuerpo pueden simular efectos similares a los de las hormonas que produce el organismo y pueden causar efecto en la ovulación y en la calidad fértil del ovocito. Hasta el momento, sus estudios se han realizado en ratones de laboratorio y de acuerdo con la experta en toxicología reproductiva, los resultados preliminares revelan que al ser expuesto un ratón a bisfenol A, en concentraciones similares a las que consumiría un humano, disminuye en un 20 ó 25% la capacidad del ovocito para ser fertilizado.

Sin embargo, estos resultados requieren de mayores estudios adicionales en el laboratorio, señaló la doctora en Ciencias, por lo que esperan tener resultados concluyentes a mediados de este año, para confirmar que efectivamente se disminuye la capacidad fértil del óvulo. Actualmente la investigadora y su equipo están tratando de identificar los mecanismos por los cuales los tóxicos alteran la capacidad fértil de los óvulos, y si esta alteración podría ser una de las causas múltiples que contribuyan con la disminución en la fertilidad femenina. Isabel Hernández Ochoa acotó que los contaminantes tóxicos que contienen los plásticos pueden afectar al aparato reproductor femenino en distintos niveles, desde que la mujer se encuentra en la etapa de desarrollo embrionario hasta llegar a la etapa reproductiva y está ovulando, por ejemplo: puede alterar la síntesis de las hormonas sexuales femeninas, la liberación del óvulo y otros procesos importantes para que el óvulo se prepare para ser fertilizado.

Hernández Ochoa sugirió que para evitar los posibles riesgos que implica el uso de plásticos con respecto a la fertilidad, es mejor sustituirlos por recipientes de vidrio o cerámica, o si se requiere usar material plástico, una alternativa es buscar en el mercado los que contienen la leyenda "libre de bisfenol A" o "BPA free". Otro consejo es no calentar los plásticos con comida en el horno de microondas, porque esto ayuda a liberar muchos compuestos que pueden perjudicar a la larga. Para concluir, la científica del Cinvestav destacó que desafortunadamente hay una infinidad de contaminantes ambientales a los que nos exponemos diariamente y son pocos los toxicólogos en el país que realizan estudios para detectarlos, y así prevenir problemas en la fertilidad.