8 de febrero de 2018
SinComillas
Los indicadores económicos ya muestran las devastadores consecuencias del paso del huracán María. El Indice Coincidente que elabora H Calero Consulting Group exhibe una caída de 18.5% en el cuarto trimestre, la mayor caída en la historia reciente.
Para calibrar la magnitud de esta brutal caída, dos referencias: en la crisis del 2001 el Indice disminuyó 3.3% y en la gran recesión del 2008-2009 el descenso fue de 9.5%, según explica Heidie Calero, presidenta de H Calero Consulting Group, en un análisis presentado en Puerto Rico Compass, una de las publicaciones de la firma.
El Indice incluye una reducción de 1.8% en empleos, principalmente en el sector servicios y una caída de 10.5% en la nómina. El Indice Líder, una medida de lo que nos espera en los próximos seis a 12 meses, cayó 2.1%, debido al aumento en los precios del petróleo.
Sólo hay buena noticia, el sector de construcción muestra un crecimiento de 10.8%, gracias al alza de 20.6% en empleo, lo que supone 7,000 empleos adicionales respecto al cuarto trimestre de 2016. Este paso a terreno positivo del Indice se explica por las reparaciones de los daños del huracán, pero otros indicadores del sector de la construcción no mejoran: las ventas de cemento descendieron 23%, los permisos para nueva construcción bajaron 19.4% y el valor de los permisos disminuyó 12.5%.
El Indice de Consumo retrocedió 27.3%, con menores ventas de gasolina, tiendas por departamentos y restaurantes. Sin embargo, crecieron las ventas de autos. Aunque no se han publicado estadísticas sobre ventas al detal, Calero estima una caída entorno al 20% en el cuarto trimestre.
El Indice de Manufactura retrocedió 4.9% y el de Banca 2.0%, con alza en préstamos personales, de autos y tarjetas de crédito, lo que a juicio de Calero, es una tendencia preocupante porque significa que la gente habría usado las tarjetas de crédito o el dinero del préstamo para pagar por gastos urgentes.
“La situación bancaria es un desafío, pero los bancos aún tienen resistencia”, señala Calero. “En nuestra opinión, cambios adicionales en la cartera de préstamos y la valoración de los activos podrían socavar la salud del sector bancario”.