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  Por el libro
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Primera Hora

El Consejo de Educación de Puerto Rico quiere saber por qué en su base de datos aparece casi un centenar de escuelas privadas de educación básica con licencias de operar vencidas, información que las propias instituciones deberán aclararle al organismo en o antes del próximo 17de febrero.

El director ejecutivo del Consejo, David Báez, aseguró que en Puerto Rico las  escuelas privadas cumplen en su mayoría con el requisito de licenciamiento; que hay unas dos mil de estas instituciones.

A fin de depurar ese instrumento de trabajo, el Consejo optó por escribirle a todas las escuelas que aparecían con licencias vencidas y ya 45 presentaron evidencia de que sí están en el trámite de licenciamiento; que la base de datos en ese sentido no estaba al día. Falta que respondan otras cien.

“Lo que estamos haciendo es depurar la lista”, señaló Báez, quien está recabando de los  padres que se cercioren de que las instituciones vocacionales y los colegios de sus hijos están debidamente licenciados.

Primera Hora observó que en la base de datos del Consejo aparecen incluso licencias vencidas hasta de 2012.

Algunas de esas escuelas - inclusive otras que aparecen con fechas de vencimiento posteriores- es posible que hayan cerrado sin dejárselo saber al Gobierno.

En atención a esa sospecha, Báez expreso que a aquellas  escuelas que no contesten su primera misiva, les va a mandar otra carta que servirá para verificar si en efecto ya no existen.

La crisis económica por la que atraviesa Puerto Rico ha ocasionado la clausura de varios instituciones de educación, pero Báez estima que es el  factor demográfico el que ha provocado la mayoría de los cierres: no hay duda de que  la población infantil se ha reducido en la Isla.

Báez aclaró ayer que ahora mismo la única querella que está manejando el  Consejo en estos momentos es el de una institución que estaba ofreciendo un grado académico para el que no tenía licencia.

El funcionario no quiso revelar el nombre,  ni otros detalles de la entidad,  porque la querella todavía está en el trámite administrativo.

La licencia es un requisito fundamental porque los egresados de escuelas sin licencia no son admitidos en ninguna universidad o institución post-secundaria que reciba fondos federales.

Una institución que opere sin licencia se expone a que el Consejo ordene su cierre y a que se le imponga una multa de mil dólares a cinco mil en una primera infracción y de cinco mil a diez mil dólares en la segunda.

La licencia consigna que la institución tiene un currículo, que sus maestros están certificados, que posee reglamentos fiscales y administrativos, que tiene solvencia económica y que cuenta con permisos de otros agencias de Gobierno.

La acreditación en el caso de las escuelas  privadas de instrucción básica es un trámite voluntario y en Puerto Rico solo unos  300 colegios tienen ese certificado de desempeño óptimo.

Bajo el concepto de escuelas privadas se incluye a los colegios con asignaturas desde pre-kinder a duodécimo grado y  también a las instituciones vocacionales.