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  Por el libro
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Primera Hora

Dueños, supervisores y empleados de tres tiendas que vendían efectos para fumadores, mejor conocidas como "smoke shops", fueron acusados por vender adulterantes de sustancias controladas y parafernalia.

El Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ejecutó las órdenes de arresto contra los acusados, de los cuales arrestaron a siete entre San Juan, Carolina, Caguas, Bayamón y en el estado de Ohio, informó el portavoz de la agencia, Waldo Santiago.

El operativo, denominado "Polvos Mágicos", fue en las tiendas Good Times en San Juan, Heavy Times en Manatí y Esto No Tiene Nombre, en Caguas, en las que agentes encubiertos identificaron que eran distribuidores de adulterantes de drogas y parafernalia.

Los agentes compraron envases de adulterantes de drogas usados para cortar kilogramos de cocaína y heroína. Los envases contienen aproximadamente 350 gramos de adulterantes de drogas y los empleados ofrecían instrucciones detalladas sobre la cantidad del adulterante que debían usar para mejores resultados.

La jefa de fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez, indicó que el 20 de mayo pasado, un gran jurado federal emitió un pliego acusatorio de 30 cargos contra los ocho acusados por conspirar para manufacturar y distribuir sustancias controladas y conspirar para vender parafernalia. Los hechos fueron entre 2011 y 2014.

Los acusados que trabajaban en Good Times y Heavy Times son: Jorge "Chucho" González Fernández (supervisor de Good Times); Tulio "Negro" Figueroa Santiago (vendedor); José "Micky" Cubilette Díaz (vendedor); Dennis "Ommy" Ocasio Otero (vendedor); Saúl Figueroa Álvarez (vendedor). Los empleados de Esto No Tiene Nombre son: Idnalecio Rosa Vázquez (dueño, aún no ha sido arrestado); Ronald Rosa Ramos (vendedor que se mudó a Ohio); y Jorge Rivera Otero (supervisor).

"Nuestros esfuerzos por interrumpir el trasiego de drogas en Puerto Rico incluye investigaciones de casos como este, donde los acusados vendían parafernalia de drogas y adulterantes para procesar, manufacturar y distribuir sustancias controladas a organizaciones de narcotraficantes", indicó Rodríguez, quien dijo que la fiscal a cargo del caso es Desiree Laborde.

 "Estos negocios que se dedican a la venta de parafernalia y adulterantes son igualmente responsables por los crímenes de violencia asociados con el narcotráfico que afectan nuestra Isla", señaló el director de la DEA en Puerto Rico, Vito Salvatore Guarino.

De ser encontrados culpables, se exponen a entre 10 años y vida en prisión.

La investigación de este caso, que no tiene precedentes en Puerto Rico, estuvo a cargo de la DEA junto con la Administración federal de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés), la Policía de Puerto Rico y el Departamento de Hacienda.